domingo, 10 de agosto de 2008

Un ministro argentino enfatiza que la economía del país es sólida

BUENOS AIRES.- El ministro del Interior Florencio Randazzo destacó ayer sábado la solidez de la economía argentina y atribuyó a "especulaciones" el desplome en el mercado accionario y la cotización de los títulos de deuda, que llevó al riesgo-país a su máximo en tres años.

"No hay ningún dato de la economía que le dé sustento a eso", dijo Randazzo a Radio 10 sobre la creciente desconfianza de los inversores.

"Hay una puja circunstancial y no creo que eso se pueda sostener en el tiempo, porque la economía argentina está muy fuerte y no hay ningún elemento de los que tradicionalmente generaron inconvenientes", agregó.

El viernes, la deuda pública argentina registró caídas de hasta 6% en algunos bonos y la Bolsa de Comercio cerró con una baja de 2,16% tras perder 3% en la rueda anterior, alcanzando los niveles más bajos desde octubre de 2006.

La caída de los bonos disparó el índice de riesgo-país EMBI+ que elabora el banco J. P. Morgan --un termómetro de la confiabilidad de la economía argentina-- por encima de los 700 puntos básicos tras haber alcanzado los 735 puntos, el mayor registro desde que el país realizó una gigantesca reestructuración de deuda en 2005.

Los inversores señalaron la caída en el precio de la soja y una posible revisión de la calificación del país por parte de Moody's como los factores que provocaron la caída en los mercados.

En 2009 Argentina deberá afrontar mayores compromisos de deuda y si la tendencia de precios se mantiene, tendrá menos recursos provenientes de la venta de soja, principal producto de exportación.

"En la economía argentina históricamente había déficit fiscal, había que salir a buscar endeudamiento y no para desendeudarse sino para pagar los gastos corrientes. Y esto no está ocurriendo en la Argentina, porque tenemos una balanza comercial superavitaria y el nivel de reservas es histórico", dijo Randazzo.

Pese a que la economía creció a tasas superiores al 8% anual en los últimos cinco años, Argentina no ha logrado acceder a financiación en los mercados internacionales, por lo que ha tenido que recurrir a adjudicaciones directas de bonos a su aliado Venezuela para obtener fondos frescos.

La compra de bonos por parte del gobierno de Hugo Chávez es una pieza clave del esquema de financiamiento adoptado por el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y continuado por su esposa, la actual mandataria Cristina Fernández.

Desde 2005 Argentina no toma créditos de los mercados globales ante el temor de que los fondos sean embargados por los acreedores que no participaron del canje de deuda lanzado ese año y que reclaman judicialmente el pago de unos 20.000 millones de dólares.

El gobierno argentino confirmó el viernes una venta reciente de bonos en dólares a Venezuela con vencimiento en 2015 por un valor de 1.461 millones de dólares a una tasa del 15%, muy superior a la de mercado.

"Seguramente que hubiéramos querido pagar mucho menos" de interés, dijo Randazzo. "Fue una venta de bonos al gobierno venezolano por 10.000 millones de dólares para financiar el desaguisado generado por gobiernos anteriores", añadió el ministro.

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