La mayor economía europea se contrajo 0,5 por ciento en el segundo trimestre y un resultado negativo en el período julio-septiembre constituiría la primera recesión técnica -dos trimestres seguidos de retracción- desde el comienzo de 2003.
"Si terminamos con cero (por ciento de crecimiento) en el tercer trimestre, deberíamos considerarnos afortunados. La tendencia apunta más a un número negativo", dijo el viceministro de Economía Walther Otremba en una entrevista, con publicación autorizada para el miércoles.
"Los indicadores y los sondeos económicos claramente apuntan a la baja y debemos prever un declive", agregó Otremba, quien dirige el departamento de políticas económicas del ministerio, responsable de las proyecciones oficiales del Gobierno.
"La crisis no terminará rápido", sostuvo. "Si las cosas repuntan o no el año próximo, está en duda", agregó.
Cuando se le consultó sobre el reciente debilitamiento del euro contra el dólar, Otremba dijo que era demasiado pronto para anticipar algún beneficio para la actividad en Alemania.
"Si bajamos hacia 1,20 ó 1,30 dólares, eso aliviaría la carga", indicó. "De momento, seguimos en un nivel demasiado alto", añadió. El miércoles, el euro cotizaba 1,4475 dólares.
Las declaraciones del responsable muestran que él es significativamente más pesimista que el ministro de Finanzas, Peer Steinbrueck, que el martes dijo que la economía no afronta una recesión y que mantiene su proyección de un crecimiento de 1,7 por ciento este año.
El miércoles, Steinbrueck sostuvo que Alemania estaba bien situada para soportar las turbulencias de los mercados financieros globales y que las versiones de recesión eran prematuras.
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