lunes, 8 de septiembre de 2008

América Latina: Una región (todavía) por explorar / Javier Santiso*

La riqueza de las naciones se está rediseñando a gran velocidad. En este rebalanceo de los centros nerviosos del capitalismo internacional, Oriente Medio emerge como uno de los grandes ganadores. Esto es particularmente cierto en el ámbito financiero, la punta de lanza del nuevo capitalismo procedente de esta región: los fondos soberanos. ¿Puede esto significar alguna buena noticia para América latina?

El auge de los precios del petróleo ha supuesto un incremento espectacular de los ingresos de los países del Medio Oriente y la OPEP. Los países del Golfo Pérsico podrían ingresar entre 2006 y 2010 ingresos superiores a los acumulados en los 20 años previos.

Se estima que estos países sólo gastarán el 45% del total de sus ingresos públicos en el 2008, es decir, buena parte de este capital seguirá acumulándose. La magnitud de los flujos es significativa: alcanzará 1,2 billones de dólares en 2008 para las economías del Golfo, cuando era de 350.000 millones hace cinco años. Como consecuencia, los activos de estos países buscan rendimientos en otras zonas del mundo. Este es el caso de los famosos fondos soberanos.

El tema del reciclaje de los petrodólares se plantea también como una oportunidad para otras regiones. Si estimamos al precio actual, algo superior a 100 dólares el barril, las riquezas de estos países alcanza 162.000 mil millones de dólares, una cifra superior al valor de todos los mercados de renta variable (52.000 mil millones de dólares) más los de renta fija (67.000 mil millones) del mundo. Ultimamente muchos de los activos de estos fondos fueron a parar a compras bancarias de los países OCDE y en particular de Estados Unidos. La crisis subprime sin embargo ha castigado muchos de estos valores, como Citibank (-58% en el último año), Merrill Lynch (-62%) o UBS (-63%).

La búsqueda de inversiones alternativas y más atractivas es un reto para estos fondos soberanos. Muchos no esperaron la crisis actual para diversificar sus activos e invertir en otros mercados emergentes. Para los fondos del Medio Oriente, Africa del Norte y Asia son regiones con una creciente atención. Por ejemplo, el fondo de Abu Dhabi, Mubadala, negoció a mediados de 2008 un macro acuerdo para establecer un fondo de inversión de 8.000 millones de dólares para proyectos industriales en Medio Oriente y Africa del Norte.

Una región que, hasta la fecha, no llamó tanto la atención de los inversores de Oriente Medio es América Latina, a pesar de su buen comportamiento macroeconómico, en particular de países como Brasil, Chile, Colombia, México o Perú. Aunque algunos fondos soberanos se asomaron algo a la región, no se materializó ninguna inversión significativa. América Latina no está aún en el radar de estos inversores, demasiado centrados en las zonas emergentes próximas: Oriente Medio, Africa, Asia e, incluso, Europa del Este.

Esta tendencia -crecientes inversiones de los fondos soberanos en mercados emergentes- no se limitará a los fondos soberanos del Medio Oriente. A mediados del 2008, el de Noruega, con activos que se aproximan a los 400.000 millones de dólares, ha declarado que aumentará hasta un 5% su cartera de renta variable en los emergentes, sin limitarse a los famosos BRICs. El China Investment Corporation, dotado con 200.000 millones de dólares, también anunció su intención de incrementar su inversión en otros países emergentes. GIC, de Singapur, ya tiene el 20% de su cartera invertida en mercados emergentes.

¿Porqué no imaginar que América Latina consiga atraer también atención y capital? En enero del 2008, Dubai International Capital organizará una primera conferencia Arabia-Américas. ¿Por qué no imagina lo mismo en Singapur, Pekín o Kuala Lumpur? Algunos se están ya adelantando: así el de Singapur, Temasek, mudó, en 2008, su director de inversiones para América Latina, Alan Thompson, a Sao Paolo, y fichó a Lorenzo González para México, anterior responsable de Barclays en el país azteca. Temasek ya tiene colocado el 40% de sus activos en Asia y ahora busca diversificarlos.Bahrein y Kuwait, vía Ithmaar Development Company y Al Safat Investment Company, han lazando en el 2008 un primer fondo de 500 millones de dólares para invertir en proyectos y activos inmobiliarios.

El rebalanceo del mundo también significa que los flujos sur-sur se están disparando y que en el futuro dejarán de verterse únicamente hacia los países de la OCDE. Los países emergentes, incluidos los de las Américas, tienen también aquí una bella oportunidad.

*Director del Centro de Desarrollo de la OCDE.

www.elmundo.es


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