domingo, 7 de septiembre de 2008

Argentina paga su deuda pero los analistas mantienen dudas sobre su economía

BUENOS AIRES.- La decisión de Argentina de pagar la deuda con el Club de París fue saludada por empresarios y gobiernos extranjeros, que estiman mejorará la capacidad de financiamiento, aunque analistas advirtieron de que el gesto no despejó las dudas sobre el futuro de la economía del país.

La cancelación en un sólo pago y con reservas monetarias del Banco Central (BCRA) de los 6.706 millones de dólares que Argentina debe al grupo que integran las naciones más poderosas del mundo, contó con el beneplácito de los industriales locales, aliados a la presidenta peronista socialdemócrata Cristina Kirchner.

Los gobiernos de España, Francia y Estados Unidos aprobaron la medida, que permite a las empresas europeas y norteamericanas acceder a créditos más blandos con garantías estatales para realizar inversiones en el exterior, un mecanismo al que no pueden acudir cuando el país receptor está en suspensión de pagos.

"La decisión es positiva porque (Argentina) se prepara para pagar sus deudas, pero el método es peligroso. La operación fragiliza la capacidad del Banco Central para defender el peso", dijo a la AFP el economista Aldo Abram, director de la consultora Exante.

Los mercados financieros tuvieron un primer reflejo positivo tras el anuncio realizado el martes por Kirchner en la Casa Rosada (gobierno). Pero esa medida no consiguió frenar la caída del índice líder Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que se derrumbó (-4,73%) entre el martes y el jueves, a la par del resto de los mercados internacionales, influenciados por la divulgación de datos negativos sobre la economía de Estados Unidos.

Los bonos de la deuda argentina sufrieron retrocesos y el riesgo país creció a 721 puntos el jueves, mientras el BCRA debió inyectar en el mercado unos 100 millones de dólares para contener el alza de la divisa estadounidense (que el jueves cerró valuada a 3,06 pesos), en función de una mayor demanda.

"Este pago sirve porque puede destrabar inversiones extranjeras, pero Argentina tiene tareas pendientes. Tenemos problemas de confianza, de falta de credibilidad por las estadísticas sobre los niveles de inflación", afirmó el economista Mario Blejer, ex presidente del BCRA.

El índice del costo de vida viene siendo cuestionado por economistas, grupos de consumidores, y opositores, que acusan al gobierno de manipular las cifras. El índice de inflación oficial se sitúa por debajo del 10% anual, mientras desde el sector privado estiman que duplica o triplica ese guarismo, y advierten de que el desfase afecta la credibilidad de otras cifras, como las de pobreza o crecimiento, de casi un 9% en promedio anual desde 2003.

Michael Gavin, economista jefe de Citadel Investment Group, un fondo de inversiones estadounidense, coincidió con Blejer en apuntar a la inflación como el punto débil del modelo económico kirchnerista, basado en superávit fiscal, superávit externo, cambio competitivo, y un alto nivel de reservas en el Central, actualmente de unos 47.000 millones de dólares.

"Pagarle al Club de París es un paso adelante pero no resuelve el problema prioritario de la inflación", dijo Gavin, quien participó esta semana de un seminario en Buenos Aires organizado por el BCRA.

El pago al Club de París se enmarca en el plan de desendeudamiento del gobierno en busca de recuperar la confianza de los mercados, y que incluye un programa para recomprar bonos de deuda a través de licitaciones públicas, con el cual fueron adquiridos en los últimos días casi 10 millones de dólares.

El desembolso al contado busca evitar vigilancias del Fondo Monetario Internacional (FMI), debido a que una reestructuración de esa deuda hubiera requerido el aval de ese instituto, al que el gobierno argentino responsabiliza de la profunda crisis que sacudió al país al inicio de la década.

El ex presidente Néstor Kirchner (2003/7) se desligó en enero de 2006 del FMI al saldar una deuda de 9.600 millones de dólares con reservas del BCRA.

En 2005 Argentina culminó la negociación para la salida de una moratoria por 81.800 millones de dólares, y consiguió una adhesión del 76,15% de los acreedores, pero la propuesta fue rechazada por quienes poseen casi un 24% de la deuda inicial e insisten en su pago incluso en foros judiciales.

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