BRUSELAS.- La Comisión Europea considera que esta "brusca desaceleración" se debe a la contracción del sector de la vivienda, a la que se ha sumado la persistencia de las turbulencias financieras y la inflación más elevada de lo esperado.
El Ejecutivo comunitario ha revisado al alza su previsión de incremento de precios en España para 2008, hasta el 4,5%, siete décimas más que lo vaticinado en abril.
En su análisis, la Comisión señala que la ralentización de la actividad se agrava debido al elevado déficit por cuenta corriente, que supera el 10% del PIB, y a la gran dependencia del petróleo, mayor que la de otras economías europeas.
El retrato de la situación se completa con una alusión al "estancamiento" de la creación de empleo, por el parón de la construcción, y al menor aumento de la renta disponible de las familias, como consecuencia de las presiones inflacionistas.
Además, el recurso al crédito para consumo se está complicando, por la rigidez en el mercado financiero.
Sólo hay apunte ligeramente optimista: la Comisión vaticina que la aportación del sector exterior al crecimiento será positiva en 2008, gracias a la buena evolución de las exportaciones.
Sólo un día después de que el vicepresidente económico admitiera que España podría entrar en recesión, aunque apostillaba acto seguido que el Gobierno no contempla ese escenario, Bruselas lo ha dado por hecho.
La Comisión Europea (CE) considera que el retroceso económico llegará en esta segunda mitad de año, con una caída del PIB trimestral del 0,1% entre julio y septiembre y del 0,3% entre octubre y diciembre.
Casi al mismo tiempo que se conocían estos cálculos, el presidente Zapatero asumía en el Congreso la gravedad de la crisis y anunciaba que su primer objetivo es la creación de empleo.
La Comisión Europea (CE) considera que el retroceso económico llegará en esta segunda mitad de año, con una caída del PIB trimestral del 0,1% entre julio y septiembre y del 0,3% entre octubre y diciembre.
Casi al mismo tiempo que se conocían estos cálculos, el presidente Zapatero asumía en el Congreso la gravedad de la crisis y anunciaba que su primer objetivo es la creación de empleo.
Las cifras que ha dado a conocer la CE conducen al pesimismo porque para el conjunto del ejercicio 2008 vaticina un crecimiento en España del 1,4%, ocho décimas menos que en su anterior cálculo, de abril pasado, y 1,3 puntos menos que la tasa registrada en 2007.
Como han hecho otros organismos internacionales tras constatar que la crisis actual es más grave de lo calculado, Bruselas no sólo ha recortado previsiones de crecimiento económico para España.
También lo ha hecho para la eurozona (se queda en el 1,3%, cuatro décimas menos) y para el conjunto de la Unión Europea. La actividad en el área de los Veintisiete descendió el 0,2% en el segundo trimestre en relación a los tres meses anteriores, pero Bruselas prevé que en el tercer trimestre el PIB no varie y que suba el 0,1% en el último.
También lo ha hecho para la eurozona (se queda en el 1,3%, cuatro décimas menos) y para el conjunto de la Unión Europea. La actividad en el área de los Veintisiete descendió el 0,2% en el segundo trimestre en relación a los tres meses anteriores, pero Bruselas prevé que en el tercer trimestre el PIB no varie y que suba el 0,1% en el último.
La Comisión espera una fuerte desaceleración en 2008 aunque, en contra del caso español, cree que no caerá en recesión. En España la situación es diferente porque, además de que la economía se está viendo afectada por el impacto de las turbulencias financieras y el incremento de los precios del petróleo y de los alimentos, hay que sumar la crisis en el sector de la construcción.
En sus últimas previsiones de abril, el Ejecutivo comunitario pronosticó para 2008 un crecimiento del 2,2% para España, del 1,7% del producto interior bruto (PIB) para la eurozona y de un 2% para el conjunto de la UE. Unas cifras que ahora, sobre todo tras conocer la caída del PIB en el segundo trimestre, resultan demasiado optimistas.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ha llamado la atención sobre la "incertidumbre" en torno al crecimiento económico en la zona euro y ha advertido de que persisten los riesgos para la estabilidad de precios en el área a medio y largo plazo.
En una comparecencia ante el Parlamento Europeo, Trichet ha aclarado que el BCE "sigue determinado" a "anclar" las expectativas de inflación, con el objetivo de mantener el poder adquisitivo en la eurozona y contribuir a un crecimiento sostenible y a la creación de empleo.
La entidad monetaria europea espera un aumento del PIB de la eurozona en 2008 de entre el 1,1% y el 1,7%, frente al rango del 1,5% al 2,1% pronosticado hace tres meses, y prevé, además, que la inflación continúe elevada. La OCDE, por su parte, recortó cuatro décimas a su previsión de crecimiento para la zona euro este año, hasta el 1,3%.
Las previsiones que hoy ha difundido la Comisión Europea sólo incluyen estimaciones de evolución del PIB y la inflación para el año en curso en el conjunto de la UE y la zona euro y en siete Estados miembros -Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España, Holanda y Polonia-.
En el caso de España, también ha llegado el recorte de la anterior cifra de crecimiento anunciada por Bruselas, del 2,2% para el conjunto de 2008. El Gobierno ya rebajó su previsión, del 2,3% al 1,6% a finales de julio.
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