"El impacto directo de la quiebra de Lehman para la banca española será mínima ya que su exposición es prácticamente inexistente", dijo José Luis Malo de Molina, director general del servicio de estudios del banco central, en una nota.
"El sistema bancario español está afrontando la crisis internacional desde una situación saneada, con buenos niveles de solvencia y rentabilidad", dijo reiterando declaraciones efectuadas la víspera en la entrega de un premio.
"No obstante, hay que reconocer que este episodio supone un recrudecimiento de la grave crisis financiera internacional, que está teniendo consecuencias también para la economía española", agregó Malo de Molina.
España necesita todos los meses un mínimo de 9.000 millones de euros de financiación externa para poder mantener la liquidez de su sistema financiero.
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