Miles de campesinos hacían filas este miércoles frente a las delegaciones municipales del ministerio de la Agricultura (Minagri) para hacer la solicitud, mientras autoridades explicaban por la radio cómo iniciar los trámites.
"Todo el interesado que llegue a nuestras oficinas, lo primero que recibirá es información detallada sobre las tierras disponibles, y vemos los intereses que tiene", declaró a la estatal Radio Rebelde, el director del Centro Nacional de Control de la Tierra del Minagri.
Le medida fue aprobada en julio por Raúl Castro como parte de los cambios que impulsa desde que asumió la presidencia, en febrero, y tras declarar la producción de máxima seguridad nacional, en un país con el 50% de sus tierras agrícolas subutilizadas y que este año importará alimentos por 2.500 millones de dólares, 1.100 más que en 2007.
Las tierras se entregarán a particulares por plazos de diez años postergables, en un máximo de 13,42 hectáreas (ha), y para el caso de quienes ya posean en propiedad o usufructo no podrán exceder las 40,26 ha.
También se autoriza a explotar tierras ociosas -en cantidad no especificada- a granjas estatales, cooperativas y entidades no agropecuarias, por un término de 25 años renovable.
La medida establece que los productores deberán pagar un impuesto -cuyo monto no fue precisado- por el usufructo, y que no podrán vender ni ceder la tierras.
La producción de alimentos es "razón adicional y urgente para contribuir a la recuperación de las afectaciones provocadas por los devastadores huracanes", dijo en una nota el ministerio de Agricultura.
A su paso por la isla con sólo diez días de diferencia, los huracanes Ike y Gustav dejaron unos 5.000 millones de dólares en pérdidas, cultivos e infraestructura agrícola, social y energética dañados o destruidos, según cifras preliminares.
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