Defendido férreamente desde hace un año por el Alto Comisario para la Solidaridad Activa, Martin Hirsch, este proyecto originario de la izquierda sustituirá a partir del 1 de julio de 2009 el hasta mecanismo de Renta Mínima de Inserción, (RMI), y la asignación a familias monoparentales (API) por una nueva prestación que se destinará a unos 3,7 millones de beneficiarios.
Esta ayuda pretende, en primer lugar, simplificar los dispositivos existentes, animar a los beneficiarios a buscar un empleo y luchar contra la pobreza en el trabajo.
El proyecto de ley reforma, además, modifica las políticas de inserción y refuerza el acompañamiento profesional del beneficiario de la prestación. Asimismo, permite a quienes decidan volver a trabajar tener un sueldo y mantener el 62% de la antigua prestación, con lo que ayudará a los trabajadores con sueldos modestos.
"Es la ilustración del trabajar más para ganar más", resumió ante los ministros el presidente Nicolas Sarkozy.
En la actualidad, cientos de personas que reciben el RMI pierden dinero cuando retoman el trabajo, sobre todo por los gastos de transporte y del cuidado de los hijos, por lo que, tras haberse experimentado con éxito en 34 departamentos del país, el sistema se modificará y generalizará.
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