Paraguay es el tercer productor de la oleaginosa en el continente, detrás de Brasil y Argentina; y de acuerdo con informes de la FAO, es el sexto productor en el mundo.
En 2007, los empresarios agrícolas cosecharon 6 millones de toneladas en 2.600.000 hectáreas, siendo el primer rubro de exportación generando un ingreso de 600 millones de dólares; y en este año tienen previsto un rendimiento de 8 millones de toneladas.
"El presidente Fernando Lugo nos instruyó para limitar las zonas de producción de la agricultura mecanizada. En estos momentos realizamos un análisis pero puedo adelantar que en los departamentos de Misiones y Ñeembucú no se permitirá el cultivo de la soja", dijo Vera a los periodistas.
La soja es la única oleaginosa que se cosecha tres veces en un año.
Misiones, a 220 kilómetros al sureste de Asunción, es una llanura fértil para las gramíneas por lo que la población es, de hecho, pecuaria; en tanto, Ñeembucú, a 340 kilómetros al sur, es un territorio con 60% de humedales no aptos para la agricultura.
Vera explicó que el actual gobierno cree que "la agricultura mecanizada es la responsable de la formación de los cinturones de pobreza alrededor de las ciudades, en especial Asunción, porque los campesinos no resisten la tentación de vender sus propiedades a los empresarios agrícolas", preferentemente de origen brasileño.
Luis Aguayo, líder de la Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas (MCNOC), de izquierda, y la mayor de su tipo, aplaudió la propuesta de Lugo señalando: "la soja, al ser cosechada tres veces al año, empobrece el suelo que en un plazo de 20 años es sólo polvo estéril. Además, los sojeros contaminan el ambiente con sus plaguicidas".
En tanto, Claudia Ruser, presidenta de la Asociación de Productores de Soja, dijo que "parece que el gobierno quiere desmantelar el aparato productivo agrícola pero más que esa idea, nos preocupa la inseguridad en el campo: las propiedades privadas continúan siendo invadidas por los campesinos y las fuerzas de seguridad no actúan ni la justicia aplica la ley contra los invasores".
Vasticinó que "si sigue este panorama de inseguridad, ocurrirá en Paraguay lo que pasó recientemente en Argentina: paralización de las chacras y fincas productivas".
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