jueves, 25 de septiembre de 2008

El INE español ofrecerá un índice de evolución de precios de la vivienda con datos notariales

MADRID.- El Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzará a ofrecer desde el 1 de octubre, a iniciativa de Eurostat, el Índice de Precios de Vivienda (IPV), que medirá la evolución de los precios de las viviendas libres --nuevas y usadas-- a partir de registros notariales, con el fin de hacerlos comparables a nivel europeo y, más a largo plazo, con vistas a integrarlos en el IPC armonizado de la UE.

El director general de Productos Estadísticos del Instituto Nacional de Estadística, Mariano Gómez del Moral, y el director general de Estadísticas de Precios y Presupuestos Familiares, Ignacio González Veiga, fueron los encargados de presentar hoy el nuevo índice, que tendrá una periodicidad trimestral.

Así, con el objetivo de formar parte del IPCA, el índice no incluirá la medición del precio del metro cuadrado sino sólo su evolución y se limitará a ofrecer datos sólo sobre viviendas libres, nuevas y usadas, dejando fuera las viviendas protegidas (VPO), al considerar que, puesto que sus precios están regulados, no forman parte del mercado. Del mismo modo, la muestra no tendrá en cuenta las compraventas realizadas por personas jurídicas.

En su 'estreno', el índice prevé estimar, con base en el año 2007, la evolución trimestral e interanual de los precios en los dos primeros trimestres del año a nivel nacional, tanto en vivienda nueva como usada, y sólo a nivel general en el caso de los datos desagregados por comunidades autónomas.

Durante la presentación, tanto del Moral como Veiga coincidieron en que su agregación al IPCA "no tiene mucho sentido". Desde el Instituto se argumenta, en contra de las intenciones del al Comisión Europea, Eurostat y el propio Banco Central Europeo (BCE), que la compra de una vivienda es una inversión, no la adquisición de un producto de consumo, y que su introducción aportaría mayor "volatilidad" a los niveles de precios, que el BCE pretende tener bajo control. Sin embargo, desde el INE se dejó la puerta abierta para que el nuevo índice pueda ser incorporado por el Gobierno para el cálculo del PIB.

Por otro lado, ambos representantes del INE eludieron avanzar cual será el resultado de la primera estimación ni si difiere mucho o poco de los datos que ya ha avanzado el Ministerio de Vivienda, si bien Del Moral aseguró que "reflejará lo que todo el mundo percibe y que está sucediendo".

Por el momento, hasta que se desvelen estos resultados el 1 de octubre, la duda es cómo se compatibilizará la existencia de dos índices de precios 'oficiales' que contarán con fuentes diferentes y que, previsiblemente, también ofrecerán resultados distintos.

Hasta ahora, los datos eran ofrecidos por el Ministerio de Vivienda a partir de registros de tasación, mientras que el INE empleará los registros notariales, que, como aclara el organismo presidido por Jaume García, se refiere a las transacciones "efectivamente realizadas" y no a "valoraciones teóricas", que no tienen que ver en muchos casos con la realidad del mercado.

Esta falta de 'realismo' de las estadísticas del Gobierno ha puesto en tela de juicio sus estimaciones durante los últimos años. Sin embargo, del Moral quiso aclarar que la aparición del nuevo índice responde a la necesidad de elaborar una estadística "adaptable" a los requerimientos de Eurostat, no de sustituir otros indicadores. Así, explicó que en países como Reino Unido o Alemania "conviven varios indicadores sin problemas".

Además, según dijo, ambas estadísticas nos son "ni mejores ni peores", sino "diferentes" y "complementarias", y dejó abierta la opción de que el Gobierno comience a usar las estimaciones de una u otra instancia.

Asimismo, el INE precisó que la información aportada por el Consejo General del Notariado, a través de la Agencia Notarial de Certificación (Ancert), cuenta sencillamente con ventajas como la agrupación de todas las operaciones de compra con una disponibilidad prácticamente inmediata, así como el acceso a una información muy completa sin necesidad realizar trabajo de campo y con un coste prácticamente cero.

Según se indicó desde el INE, el principal problema metodológico que ha planteado el índice es la necesidad de reflejar un mercado heterogéneo, en el que las viviendas vendidas un trimestre no aparecen en la muestra del siguiente periodo y además presentan multitud de tipologías. Ello ha obligado ha elaborar una metodología que permita adaptarse permanentemente a los cambios del mercado.

Así pues, en un primer esfuerzo por homogeneizar se han considerado 52.000 agrupaciones diferentes que incluyen aquellas viviendas que cuentan con una serie de tipologías comunes (superficie, aparcamiento, etc.), a partir de las cuales se han calculado unos precios medios y se ha ponderado su peso en el conjunto del mercado. A continuación, se procede al cálculo del índice general utilizando procedimientos análogos a los empleados para el cálculo del IPC.

Esta 'fórmula' permite, según el INE, realizar los cambios metodológicos que requiera la realidad del mercado, como la introducción de nuevas tipologías de viviendas.

Por otro lado, la elaboración del índice comenzó en 2002 por iniciativa de la Oficina de Estadística de la UE (Eurostat), que planteó la necesidad de establecer un sistema armonizado de medición de precios de la vivienda.

En aquel año se creo un primer grupo de estudio sobre precios compuesto por Alemania, Reino Unido, Polonia, Finlandia y España, que se amplió en 2006 con la incorporación de Chipre, Francia, Grecia, Italia, Países Bajos, Eslovaquia y Eslovenia. Durante estas dos fases, los países fueron fijando las fuentes de datos más fiables y las metodologías más adecuadas para comparar los resultados de cada uno de los países.

Actualmente, se desarrolla la tercera fase, con la participación de la mayoría de los países de la UE, y se espera que en, aproximadamente, un año y medio la labor de armonización del conjunto de los índices nacionales se haya completado.

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