De los 5.639 millones de euros en que se redujo el patrimonio gestionado, un total de 3.911 millones de euros correspondían a aportaciones netas y 1.727 millones de euros a la rentabilidad de los subyacentes.
Por categorías, sólo la de Renta Fija Garantizada mostró datos positivos por suscripciones netas, que alcanzaron los 246 millones de euros, consecuencia de la extrema aversión al riesgo generada tras los recientes sucesos vividos en los mercados financieros. Además, esta es la única categoría que acumula una rentabilidad positiva en el periodo, con el 1,13%.
Los descensos patrimoniales más acusados los presentó la categoría de Renta Variable Emergentes (-19,48%) que retrocedió 290 millones, de los que 200 millones de euros correspondieron a los rendimientos de los subyacentes.
Las siguientes categorías más afectadas fueron la Renta Variable EE.UU., cuyo patrimonio disminuyó un 18,42% y la Renta Variable Europea con un 10,14% menos.
Por cuota patrimonial, el grupo Santander continuó ocupando la posición de liderazgo, con un 20,99% (41.373 millones) del volumen total de la inversión, seguido muy de cerca por BBVA, con una cuota de 19,53% (38.493 millones de euros).
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