lunes, 8 de septiembre de 2008

El plan de rescate en EEUU, un avance en financiación inmobiliaria

WASHINGTON.- Con el rescate de Fannie Mae y Freddie Mac, el gobierno de Estados Unidos dio un paso sin precedentes de intervención en el sector financiero en una clara apuesta por calmar el enfermizo mercado inmobiliario y aliviar el golpeado crédito global, según analistas.

Una serie de pasos ubica a los agonizantes gigantes del crédito hipotecario bajo una "tutela estatal", que no es otra cosa que la reorganización de un estado de bancarrota bajo la égida del gobierno.

En lo que probablemente es la mayor intervención del gobierno de Estados Unidos en el sector privado, el plan inyecta unos 5,4 billones de dólares en obligaciones de las dos firmas para el Tesoro -equivalentes al total de la deuda federal-.

La apuesta es que con la liberación de amplios fondos del gobierno de Estados Unidos para las Empresas Respaldadas por el Gobierno (GSE, por sus siglas en inglés), la confianza vuelva al sistema inmobiliario y financiero, minimizando las pérdidas.

"No hay un arreglo fácil. Este no es uno", indicó Robert Brusca de FAO Economics. "Pero debería ayudar a estabilizar los mercados y otorgarle al gobierno la posibilidad de usar las GSE par salir de este embrollo", señaló.

Originalmente Fannie Mae era una agencia gubernamental creada durante la Gran Depresión para colaborar en la obtención de fondos para comprar inmuebles. Fue privatizada en 1968 y Freddie Mac fue lanzada por el Congreso en 1970 para garantizar su competencia.

Sin embargo muchos funcionarios y analistas argumentan la existencia de una contradicción en la misión de ambas, ya que buscaban maximizar los resultados para sus accionistas mientras que al mismo tiempo pretendían bajar los créditos del préstamo hipotecario.

"Atribuyo a la necesidad de esta acción esencialmente por el conflicto inherente y al fallido modelo económico imbuido de la estructura GSE", sostuvo el secretario del Tesoro Henry Paulson al anunciar la intervención sin precedentes.

"Precisamente porque las GSE se encuentran bajo esta tutela, nunca más serán manejadas con una estrategia para maximizar las ganancias de los accionistas, una estrategia que históricamente promueve la toma de grandes riesgos", apuntó.

Brusca sostuvo que "el problema real era su misión, su estructura organizacional como GSE y su tamaño. El embrollo hipotecario sencillamente representa una verdad incómoda que hizo todo cada vez menos viable y expuso las imperfecciones que siempre estuvieron allí".

La intervención provee al gobierno de Estados Unidos con mil millones de dólares en una nueva serie de acciones preferenciales sin costo para los contribuyentes. El nuevo plano no elimina las actuales acciones comunes y preferenciales, pero significa que absorbería las pérdidas por delante del gobierno, dice Paulson.

Otro paso -autorizado por el Congreso en julio- abre una nueva, y no especificada, línea de crédito del Tesoro para ambas firmas a través de la Reserva Federal.

Paulson también sostuvo que el Tesoro "está comenzando un programa temporal" para comprar aseguradoras hipotecarias que respalden a Fannie o Freddie, para ayudar a inyectar liquidez en un mercado presionado por un mercado golpeado.

No todos los analistas saludaron el plan. Nouriel Roubini, un economista de la Universidad de Nueva York que viene lanzando alertas sobre una posible crisis financiera desde hace un año, indicó que el plan es imperfecto.

"La mayoría de las características de este plan de rescate son malas, ya que exacerban el riesgo moral de esta intervención del gobierno sin contar el costo en conjunto a nivel fiscal de una intervención de este tipo", agregó.

A pesar de las opiniones en contra, muchos sostienen que no había otra opción que salvar las compañías que apuntalaban miles de billones de dólares en créditos hipotecarios para prevenir una ola de pérdidas que llevarían a un derrumbe del sistema financiero.

"Nuestra economía y nuestros mercados no se recuperarán hasta que el grueso de esta corrección inmobiliaria quede detrás", indicó Paulson.

"Fannie Mae y Freddie Mac son fundamentales para alcanzar el punto de inflexión en el mercado inmobiliario. Por ello, el primer objetivo de estas compañías será el trabajar proactivamente para incrementar la disponibilidad de financiación para los préstamos hipotecarios", agregó.

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