jueves, 25 de septiembre de 2008

España, penúltima en competitividad dentro de la UE

FRANCFORT.- El último informe del Banco Central Europeo no deja a la economía española en buen lugar en estos tiempos de crisis. La sitúa como la menos competitiva entre los doce estados de la Unión Europea examinados. Sólo Portugal está peor colocado.

El estudio "Globalización y competitividad en el Área Euro" está fechado este mismo mes y se basa en una una investigación de 150.000 firmas de doce países europeos, que permite clasificarles en función de la "competitividad general", que refleja el acceso efectivo a los mercados internacionales, y de la "competitividad del productor", que depende específicamente de la tecnología (la capacidad de producir a bajo coste) y los factores institucionales.

En las dos clasificaciones España figura en penúltimo lugar, sólo por delante de Portugal, que cierra los dos rankings. El país con más "competitividad general" es Bélgica, seguido, por este orden, de Finlandia, Holanda, Alemania, Francia, Austria, Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Italia, España y Portugal.

Los autores del estudio sostienen que "Portugal y España, y en menor medida, Italia y Reino Unido, se sitúan claramente al final del ranking de competitividad, se mida como se mida, lo que pone de manifiesto una desventaja tecnológica relativa y un entorno institucional menos favorable".

El estudio del BCE también compara la evolución hasta 2007 de la competitividad exterior de los doce países de la Eurozona que se apuntaron el euro en 1999. En ese periodo, España acumuló una pérdida de competitividad exterior del 14,3%, la segunda más alta de todos los países estudiados, en este caso tras Irlanda, que vio empeorar su situación en un 23,1%.

Como consecuencia, sobre todo, de la apreciación del euro en relación al dólar y otras divisas internacionales, ni un solo país de la Eurozona mejoró su competitividad exterior entre 1999 y 2007.

Tras Irlanda y España, el mayor deterioro de competitividad correspondió a Luxemburgo (12%), seguido de Holanda (10,2%), Portugal (9,8%), Grecia (7,9%), Italia (7%), Bélgica (5,5%), Francia (3,9%), Alemania (1%), Austria (0,3%) y Finlandia (0,1%).

Sobre la productividad, el BCE apunta que su crecimiento fue lento en la década 1995-2005 para los países del euro, pero de manera "particularmente marcada en Italia y España, donde el crecimiento de la productividad laboral se ha situado significativamente por debajo del promedio de la zona euro en el mismo periodo".

Para potenciar esa competitividad exterior de las empresas europeas, los expertos del BCE aconsejan proseguir con las políticas para desarrollar un mercado único integrado en la Unión Europea, más flexibilidad en los mercados, y más inversión en innovación y en formación del capital humano.

Además, señalan que "para aprovechar todas las ventajas de los positivos efectos de la globalización, son necesarias nuevas reformas estructurales en la zona euro y en otros países de la Unión Europea para facilitar una reasignación rápida y suave de empresas y fuerza laboral, desde sectores retrasados a otros más avanzados y prometedores, y desde las compañías de baja a las de alta productividad".

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