domingo, 14 de septiembre de 2008

Europa trata de prevenir posibles fallos de su sector financiero

NIZA.- Fannie Mae, Freddie Mac, Lehman Brothers: mientras la lista de víctimas de la crisis de créditos hipotecarios de riesgo "subprime" crece en EEUU, la Unión Europea trata de mejorar su capacidad de anticipación y de reacción en caso de fallo en su propio sector financiero.

"Todos aquellos que dicen que hay una luz al final del túnel se dieron cuenta en las últimas semanas de que el tren está llegando en la otra dirección", comentó el sábado el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrück, después de una reunión de dos días en Niza (sur de Francia) con sus homólogos de la Unión Europea (UE).

"La crisis financiera estará en nuestra agenda durante muchos meses" había advertido la víspera el presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker. La última víctima de la crisis de las "subprime", los créditos hipotecarios de riesgo, ha sido el banco estadounidense Lehman Brothers.

Para éste, las autoridades norteamericanas intentan poner en marcha un plan de rescate que asocie a los grandes bancos de Nueva York, una semana después de haberse hecho cargo de los organismos de refinanciación hipotecaria Freddie Mac y Fannie Mae, al borde de la quiebra.

Para el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, los bancos europeos siguen siendo "robustos" y están "bien equipados frente a la crisis". Su colega del Bundesbank, Axel Weber, también declaró su esperanza de que el caso Lehman Brothers provoque efectos "limitados" en los bancos alemanes, siempre y cuando se encuentre una solución rápida.

Claro que esta situación no quita que "deberíamos acelerar las medidas para generar confianza en el mercado", afirmó a los 27 el comisario europeo para Asuntos Económicos, el español Joaquín Almunia.

En octubre de 2007, poco después de que estallara la crisis en Estados Unidos, los ministros de Finanzas de los 27 pusieron en marcha una "hoja de ruta" destinada a mejorar la transparencia y la vigilancia del sector financiero.

Un año después, la Comisión Europea arrancó con algunas de las medidas, como regular la actividad de las agencias de calificación financiera, que se supone deben evaluar la capacidad de los deudores para reembolsar sus créditos, pero que no supieron predecir la crisis.

Tras las fusiones transfronterizas de los últimos años, empezaron a levantarse voces a favor de una mayor coordinación en la vigilancia del sector financiero. De momento, la supervisión en Europa está muy dividida y es ampliamente de ámbito nacional.

Representantes de los grandes grupos bancarios y de seguros europeos, invitados a la reunión de Niza, se declararon "a favor de una supervisión más equilibrada", según participantes en el encuentro.

"No pueden tener 27 interlocutores diferentes".

En todo caso, los ministros se pusieron de acuerdo en armonizar las informaciones que las autoridades nacionales de vigilancia europea solicitan a los bancos "a más tardar en 2012", anunció el sábado la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, cuyo país ejerce la presidencia semestral de la UE.

"Hoy en día, cuando un banco está instalado en todos los países de la UE, debe presentar por los menos 18 declaraciones diferentes y eso contiene unos 22.000 documentos", destacó Lagarde.

Otra idea es confiar la vigilancia de los grupos bancarios o aseguradoras transfronterizas a "colegios" que reúnan a supervisores nacionales en la materia. El supervisor del país en el cual esté instalada la casa matriz tendría más peso.

Europa no puede por sí sola contrarrestar las crisis que se propagan rápidamente a nivel mundial debido a la interdependencia de los mercados, razón por la cual, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, insistió "en la necesidad de una perfecta coordinación a nivel mundial".

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