Las previsiones de déficit fueron publicadas junto a otras malas noticias económicas, que revelaron que la economía se contrajo un 0,3% en el segundo trimestre de 2008 y que el crecimiento anual sería sólo de entre el 1% y el 1,5%.
Francia comenzó el 2008 con la esperanza de crecer un 2,25% este año.
Como miembro de la Eurozona, Francia se comprometió a reducir su déficit público (el déficit en el presupuesto central más la seguridad social y el gasto de los gobiernos locales) a cero para 2012.
Pero en lugar de cumplir con su promesa, el presupuesto 2009, por 278.500 millones de euros (406.000 millones de dólares), advirtió de que el déficit seguiría representando un 2,7% del PIB este año y el próximo, y luego caería a 0,5% para 2012.
Los 15 miembros de la Eurozona se comprometieron a mantener sus déficits bajo control para mantener la estabilidad de la moneda única. En teoría, Francia podría enfrentarse a sanciones si no cumple lo prometido.
El déficit presupuestario francés -la brecha entre los ingresos y los gastos del gobierno central- seguirá subiendo y alcanzará los 52.100 millones de euros el año próximo, frente a los 49.400 millones de euros en 2008.
El presupuesto 2009 fue diseñado con una inflación del 2% en 2009 (contra el 2,8% actual), un barril de petróleo a 100 dólares y un euro a 1,45 dólares, según el texto.
Pese a las sombrías perspectivas para 2009, el ministro de Presupuesto, Eric Woerth, predijo un retorno al fuerte crecimiento después, y prometió contener el gasto público.
"La crisis nos cayó de una manera particularmente violenta, pero la recuperación será extremadamente fuerte", dijo Woerth.
El ministro de Trabajo, Laurent Wauquiez, difundió a su vez una estimación que señala que entre 30.000 y 40.000 personas adicionales se registraron en la agencia de desempleo nacional en agosto, la peor alza en un mes desde 1993.
El presupuesto confirmó el plan francés de reducir el sector público a través de la decisión de no reemplazar a 30.627 empleados estatales que se jubilarán en 2009, lo que el plan describe como ahorros "inéditos".
Las malas noticias de Francia tienen lugar en un contexto de tormenta en los mercados financieros mundiales, tras la crisis bancaria desatada por el colapso de los préstamos hipotecarios de riesgo en Estados Unidos ('subprime') y los fracasos de grandes bancos británicos y estadounidenses.
El presidente Nicolas Sarkozy, que llegó al poder con la promesa de aumentar el poder adquisitivo de los franceses, advirtió el jueves de que la crisis financiera internacional tendrá un impacto en "el crecimiento, el trabajo y el poder adquisitivo" en los próximos meses.
"La crisis no ha terminado, tendrá consecuencias duraderas", afirmó.
Sarkozy prometió asegurar las cuentas de ahorros francesas si más bancos se hallan bajo presión y prometió medidas populistas para limitar los salarios y los millonarios bonos pagados a ejecutivos de las finanzas.
El líder de la oposición, François Hollande, acusó a Sarkozy de utilizar la crisis como una excusa para esconder los fracasos de su propio gobierno.
"Se debe comprender que es en Francia donde el crecimiento es más débil, es en Francia donde el desempleo es más alto y es en Francia donde el déficit comercial y el público son mayores", dijo el jefe del Partido Socialista en una entrevista radiada.
El crecimiento negativo de un 0,3% en Francia es la primera contracción en una gran economía de la zona euro desde el cuarto trimestre de 2002. Irlanda se convirtió el jueves en el primer país de la Eurozona en entrar en recesión.
El secretario de Estado francés de Empleo, Laurent Wauquiez, avanzó hoy por su parte que las cifras del paro del mes de agosto de 2008 son "muy malas" y que se registrará un aumento de entre 30.000 y 40.000 nuevos desempleados, a falta de un detalle estadístico completo que se conocerá el próximo lunes 29 de septiembre.
Precisamente para el lunes el Ministerio de Economía ha organizado una reunión de crisis a la que están convocados todos los servicios relacionados con la política de empleo para poner en marcha algunas iniciativas a partir de octubre.
"Si, las cifras del paro serán muy malas, mucho más que las de antes", admitió Wauquiez en la emisora RMC tras reconocer que hay que ser "claros", que "no hay "milagros" y que la actual situación financiera internacional tendrá "necesariamente un impacto sobre la situación del empleo y del paro" en Francia, tal y como advirtió ayer el propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, en un discurso sobre política económica en el que denostó el capitalismo especulativo.
"No puedo aceptar la existencia de un grupo que deje tierra quemada tras de sí sin ocuparse de lo que pasa con los empleos que se destruyen", denunció.
El pasado julio, el número de parados inscritos aumentó en 2.100 personas, la quinta subida consecutiva del desempleo desde principios de año.
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