miércoles, 10 de septiembre de 2008

La FAO ve en la "plaga caprina" marroquí una amenaza regional

ROMA.- Millones de ovejas y cabras podrían morir en Marruecos por un virus que supone también un riesgo para los animales de otros países del norte de África y de Europa, pero no para los humanos, según ha informado la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

El primer brote en Marruecos de "peste de los pequeños rumiantes", conocido como PPR o "plaga de las cabras", muestra que el virus ha cruzado la barrera natural del Sahara, que había mantenido el norte de África libre de la enfermedad, dijo la FAO.

El Ramadán podría acelerar la extensión del virus, que pasa de animal a animal y es en un 80 por ciento mortal para los animales en los casos graves, dijo el organismo.

El virus causa fiebre, úlceras y lesiones, dificultades para respirar y diarrea en los animales infectados, pero no supone riesgo para la salud humana.

"El impacto económico podría no ser tan grande como los casos de peste bovina, pero el impacto social sería mayor, dado el papel que juegan los pequeños rumiantes en la vida social de las comunidades afectadas", dijo Joseph Domenech, veterinario jefe de la FAO.

Marruecos tiene unos 17 millones de cabezas de ganado ovino y cinco millones de cabras que tienen un importante papel económico para millones de familias, dijo la FAO, que también trabaja con las autoridades del norte de África y el sur de Europa para tratar de impedir que el virus se extienda.

Restringir el movimiento animal, poner en cuarentena las granjas afectadas y vacunar a los animales en las zonas de alto riesgo son las principales vías para impedir que la enfermedad se extienda, anunció la FAO.

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