El nuevo reglamento de tarifas para el sector del gas, que está en vigor desde el mes de julio pasado, prevé que se realicen reajustes trimestrales siempre y cuando existan variaciones en el precio de la energía, que tenga impacto directo en las tarifas cobradas a los clientes finales. En el último trimestre se registró un incremento cercano al 10,8% en el precio de la energía, según datos de ERSE.
Las tarifas aumentarán, según explica el regulador, para todos los comercializadores del último recurso mayorista (tarifas de venta a clientes finales en alta y media presión, con lecturas diarias), y a los comercializadores de último recurso minorista (tarifas de venta a clientes finales en media y baja presión superiores a los 10.000 metros cúbicos, con lecturas diarias o mensuales).
En Portugal hay cerca de un millón de clientes con consumo superior a los 10.000 metros cúbicos, en un universo de 4,3 mil millones de clientes (cerca del 0,4% del total). Estos consumidores son responsables por casi el 51% del consumo del gas natural en el país.
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