miércoles, 3 de septiembre de 2008

La Junta andaluza, "moderadamente optimista" con el futuro del sector turístico

SEVILLA.- El consejero de Turismo, Comercio y Deporte, Luciano Alonso, se mostró "moderadamente optimista" con el futuro del turismo, donde, a su juicio, "debemos ver la botella medio llena, porque debe seguir siendo un sector estratégico para la economía andaluza", tras lo que resaltó la importancia del turismo nacional y andaluz, ante lo que anunció que a finales de septiembre pondrá en marcha una campaña, dotada con 500.000 euros y una duración mínima de 15 días, destinada a promocionar Andalucía entre los viajeros residentes dentro de la propia Comunidad.

En su comparecencia en comisión parlamentaria, Alonso reconoció que la actividad turística "no puede ser un oasis en medio de la tempestad que vivimos, aunque está resistiendo mejor la crisis". Así, Alonso observa el futuro "con cautela y optimismo, pues el turismo es capaz de crear riqueza e incidir en la sostenibilidad en el tiempo y espacio".

De esta forma, tras ofrecer una serie de datos en ese sentido, el consejero reconoció que ante la crisis internacional, dentro del turismo el sector que se está viendo más afectados es la restauración "al ser el más vulnerable a las fluctuaciones del consumo". De enero a julio llegaron a Andalucía un 1,4 por ciento menos de turistas que a nivel nacional y los turistas se alojaron en hoteles, mientras que las pernoctaciones se mantienen más estables.

Alonso insistió en el turismo nacional, "esencial para nuestra región", y donde pretende concentrar los esfuerzos promocionales efectuando "campañas temáticas" centradas en segmentos como el golf o congresos y donde se presente una oferta "muy adecuada para los meses de temporada baja".

En el mismo sentido incidirá en los mercados de Reino Unido y Alemania, donde prevé un aumento del dos y tres por ciento en las reservas y donde, junto a Francia, fortalecerán la promoción con una campaña desde mediados de septiembre hasta final de año para promover la llegada de viajeros en otoño e invierno, apelando al golf y a otras ofertas alternativas. Estas acciones publicitarias en los principales mercados emisores internacionales contarán con una inversión superior a los 2,5 millones de euros.

Tras destacar las medidas de la Junta encaminadas a modernizar el sector, como la orden de ayudas para la mejora de la planta hotelera, Alonso resaltó la "capacidad extraordinaria" del turismo "para diversificar las economías locales", así como el carácter transversal de la actividad turística, donde los viajeros "demandan más de 70 servicios".

"Hay que perder el complejo de considerar el turismo como actividad económica de segundo grado y reivindicar su papel en el desarrollo económico de la región", incidió el consejero, quien destacó el papel del ocio en la sociedad actual.

Alonso, que definió al turismo como "un sector en constante evolución", apuntó las actuales tendencias en los mercados como la "fragmentación de los períodos vacacionales, la mayor exigencia del cliente y el papel más activo del turista, que es quien determina la oferta que quiere, el creciente uso de las nuevas tecnologías o la democratización del transporte aéreo", de forma que "el turista del siglo XXI va entendiendo la calidad como algo inherente de sus vacaciones y asocia excelencia con experiencia, busca un producto único y a su medida; el turista es el indiscutible protagonista de la oferta".

Tras incidir en la necesidad de crear nuevos productos turísticos o reposicionar los ya existentes "creando una nueva seña de identidad y dándole una mayor versatilidad", el consejero consideró esencial dar una mayor atención a las nuevas demandas de mujeres, inmigrantes, 'singles', gays o mujeres de negocios, entre otros, hacia los que "debemos incorporar los destinos andaluces, ofrecerles su singularidad y competitividad".

Tras destacar la importancia del turismo como "sector clave", citó las fortalezas y debilidades del destino Andalucía, "un destino consolidado y firmemente posicionado a nivel nacional e internacional".

Entre las debilidades, expuestas para "no caer en la autocomplacencia", Alonso consideró que "debemos trabajar en la mejora de la competitividad del sector, la elevada estacionalidad de la actividad, el excesivo desarrollo urbanístico especialmente en el litoral, la concentración en pocos mercados emisores y cierta fragmentación empresarial".

En ese sentido, consideró que las medidas que se pongan en marcha "exigen la concertación de actores y exigen actuaciones dirigidas a fomentar una mayor cooperación de las empresas en materia de diseño de productos turísticos", además de requerir la cooperación entre empresas "también en comercialización, para promover una estrategia competitiva que se centre en aunar esfuerzos para esa comercialización, reduciendo la dependencia de touroperadores extranjeros".

"En una situación de hipercompetencia, tenemos que salir a vender en una estrategia conjunta de venta, centrada en la diversificación de canales de comunicación y apostando por el contacto director con el cliente", agregó el consejero, quien insistió en "fomentar la internacionalización de las empresas turísticas y la necesidad de exportación en conocimiento y en provisión de bienes y servicios".

Por otro lado, entre las fortalezas, Alonso destacó "el buen clima, la cercanía de los principales mercados emisores, la buena accesibilidad al destino, la profesionalidad, la buena imagen de marca y una política turística basada en la Concertación".

La Consejería, en materia de planificación turística, tiene actualmente en ejecución un total de 84 iniciativas y planes turísticos, los cuales abarcan el 86 por ciento del territorio andaluz y el 77 por ciento de la población, y están generando una inversión global de 738 millones de euros, de los que la Consejería aporta casi 350 millones.

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