El estudio considera que esta medida forzará al sector aéreo a mejorar su eficiencia para hacer frente al incremento de los gastos, aunque señala que probablemente las aerolíneas trasladarán parte del coste del comercio de emisiones a los pasajeros, que verán incrementados los precios medios de los billetes por encima del 3% a partir de 2012.
La propuesta de la Unión Europea, que debería obtener 'luz verde' este otoño, obligará a las aerolíneas que vuelen hacia o desde alguno de los 27 estados miembro a pagar por las emisiones de CO2.
A través de esta medida, la UE pretende que las compañías aéreas busquen contar con flotas de aviones más eficientes, incrementen su interés en rutas más rentables y se animen a aumentar el número de asientos.
"A pesar del alto precio del petróleo y de las preocupaciones de las organizaciones internacionales de aerolíneas, la UE parece determinada a continuar con este plan, aportando nuevos desafíos a las compañías aéreas pero también aportando oportunidades al sector aéreo", explica el analista de Investigación de Responsabilidad Social de Merrill Lynch, Zoe Knight.
Por su parte, la analista del sector aeroespacial europeo de Merrill Lynch, Celine Fornaro, considera que teniendo en cuenta que para la mayoría de las aerolíneas el combustible es el principal coste, el plazo de 2012 anunciado por la UE para la puesta en marcha del comercio de emisiones podría animar a las compañías aéreas a acelerar la renovación de la flota para aumentar la eficiencia.
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