domingo, 7 de septiembre de 2008

Las cajas de ahorro españolas aguantan mal el chaparrón de la morosidad

MADRID.- Hay más impagos, bajan los beneficios y los fondos de cobertura de insolvencias no dejan de subir. Las entidades financieras no escapan de la crisis y un año después de que la economía empezara a tambalearse, en su cuenta de resultados resurge con fuerza el temido fantasma de la morosidad.

Este indicador, resultante de la relación entre los créditos concedidos y los dudosos, se situó en junio en el 1,59%, el doble que al cierre de 2007. Hay excepciones.

La morosidad se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de las entidades financieras, ante la crisis económica y el alto endeudamiento que soportan las familias españolas.

De acuerdo con las estadísticas del Banco de España, las cajas de ahorros están padeciendo más que la banca el repunte de los créditos dudosos, lo que explica que los ratios de grandes referentes del sector, como La Caixa, Caja Madrid, Bancaja o Caixa Catalunya se duplicaran entre enero y junio.

No obstante, hubo algunas que extremaron sus mecanismos de contención, y las dos más eficientes dentro de ese grupo fueron Caixa Pollença y Cajagranada, cuyos ratios de morosidad sólo se elevaron un 1,94% y un 7%, respectivamente.

En el conjunto del país, son las cajas de ahorros son las que peor están aguantando el chaparrón.
De las 42 cajas de ahorros que han informado sobre la evolución del índice de morosidad, quince tienen ya créditos que superan o igualan el 2% de su cartera crediticia.

Excluidas las dos grandes (Caixa y Caja Madrid), cuya situación es notablemente mejor, la morosidad media del pelotón que agrupa a las entidades de tamaño medio (Caixa Catalunya, Bancaja, CAM,Caixa Galicia, Ibercaja, Unicaja y Caja España) subió hasta el 2,87% al cierre del pasado mes de julio, según informes que manejan las propias entidades.

Es decir, que la estimación que hace un mes hizo el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, al situar en el 2% la morosidad de las cajas al cierre del ejercicio, podría quedarse muy corta.

El aumento de la morosidad esta provocando que las entidades financieras se vean obligadas a llevar a cabo continuos ajustes al alza de los fondos de cobertura de insolvencia. Una estrategia que les permite tener las espaldas cubiertas ante eventuales aumentos de los créditos fallidos. Pese a todo, ya hay una decena de entidades con un ratio de cobertura inferior al 100%. Es decir, que no cubren todos sus créditos morosos con provisiones.

Este indicador también se está deteriorando con una rapidez inusitada en España. Así, el sector de las cajas de ahorros cerró 2007 con una tasa de cobertura del 212% que al cierre del semestre redujo hasta el 118%. Cajastur tiene unas provisiones del 207%. Es la quinta caja por tasa de cobertura, por detrás de Caja Rioja, Caja Murcia, la Kutxa y Unicaja.

El índice de morosidad no sólo crece por el avance de los créditos morosos. La ralentización del crecimiento del crédito, por el endurecimiento en las concesiones por parte de bancos y cajas, también ayuda a impulsarlo.

Mientras que los activos dudosos se han multiplicado casi por tres -en junio de 2007 ascendían a 10.770 millones de euros y un año después llegaban a los 28.408 millones-, el crédito total del sistema ha aumentado en los mismos meses tan sólo un 11%, hasta los 1,76 billones de euros. No obstante, según apuntan fuentes del sector, no todos los activos dudosos repercuten negativamente en las finanzas en las entidades.

La razón es que una buena parte de la morosidad de los bancos y las cajas tiene su origen en el sector hipotecario -tanto promotores como particulares-. Es decir, que se trata de créditos que están cubiertos con garantía real, lo que significa que en el peor de los supuestos, la entidad va a poder recuperar al menos parte de la cantidad que prestó a través de la venta de activos.

Lo cierto es que ni los valores de morosidad que presentan actualmente las cajas de ahorros ni los de los bancos, parecen haber tocado techo. El cociente obtenido de dividir el total de activos dudosos (por haber dejado de pagar, entrar en un proceso concursal o porque la entidad tiene razones fundadas de que pueda incurrir en morosidad...) entre el total de los activos de la entidad financiera, cada vez arroja una guarismo más elevado.

Teniendo en cuenta los principales indicadores económicos, todo indica, según los analistas, que los índices de morosidad van a seguir creciendo. Hace ya meses, el servicio de estudios del BBVA estimó que la morosidad media del sistema de cajas y bancos a finales del ejercicio de 2009 podría situarse en el 4%, lejos aún del 8% que se llegó a alcanzar, e incluso superar, con ocasión de la crisis de 1993.

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