miércoles, 10 de septiembre de 2008

Los empresarios reclaman nuevas alianzas para el mercado ibérico

SEVILLA.- Los empresarios reunidos en el Encuentro sobre inversiones Hispanos-Lusas piensan que los cimientos sobre los que se ha basado el llamado mercado ibérico desde la entrada conjunta de España y Portugal a la UE en 1986 merecen un nuevo refuerzo 22 años después, en un continente en el que cada vez ganan más protagonismo los países del Este y en el que hay que buscar alianzas para encontrar un lugar en los mercados emergentes.

Hasta el pasado 31 de mayo los españoles habían vendido al país vecino productos por un valor de 6.850 millones de euros, mientras que los lusos exportaron a España por 4.050 millones. Además, y pese a la crisis, en lo que llevamos de año las compras españolas a los portugueses han crecido un 8%. Más de 200 compañías nacionales se han extendido ya hasta Portugal, la mayoría de ellas con sede en Lisboa, aportando una inversión anual de 4.000 millones de euros al año y generando 82.000 empleos.

El capital de España en la agricultura portuguesa en los últimos siete años apenas supone el 1% del total invertido en el sector. Ahora, en un mercado globalizado y un escenario de fronteras más difusas, españoles y portugueses viven un periodo "en el que hay que pasar de ser hermanos a ser amigos; los hermanos no se eligen, los amigos sí", sostuvo a modo de metáfora, Artur Santos Silva, del Banco Portugues do Investimento.

"La economía portuguesa cada vez depende más de la española. Portugal tiene ya en España a su principal cliente y proveedor", recordó durante su intervención Aureliano Oliveira das Neves, de la Cámara hispano portuguesa de Comercio e Industria.

Rodrigo Charlo, presidente de Bogaris, dio un mensaje de ilusión frente a los nubarrones de crisis: "La experiencia nos enseña que la cooperación internacional entre los pueblos vecinos ofrece resultados espectaculares".

Su grupo empresarial, que realizó su primera incursión en tierras portuguesas en 2003, crece en este país gracias a los parques comerciales y de ocio, la generación de energía por biomasa y, sobre todo, a la producción del aceite de oliva, con el objetivo de llegar a las 5.000 hectáreas de olivar.

Charlo animó a los 240 asistentes, un público formado mayoritariamente por empresarios agrícolas, a aprovechar las oportunidades de negocio que ofrecen regiones como Alentejo, con un suelo que aún no ha alcanzado los precios de España y agua suficiente para las nuevas explotaciones de regadío.

"Portugal seguirá siendo país de acogida de los agricultores españoles. Allí hemos encontrado apoyo y accesibilidad de las administraciones".

El presidente de Bogaris reclamó para ambos países alianzas que fortalezcan sus objetivos común en el mercado internacional, poniendo de ejemplo el poder alcanzado en Europa por los pequeños estados aliados en el Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo) o la estrategia seguida por los países nórdicos.

Una idea que secundó Oliveira das Neves. "Entre Portugal y España la fase más difícil a la hora de fundamentar las nuevas relaciones ya se ha superado con resultados notables", dijo el empresario que animó a buscar "nuevas perspectivas porque el modelo no está agotado".

El futuro, indicó Das Neves, pasa por las pequeñas y medianas empresas, la colaboración institucional y el impulso de las organizaciones empresariales de ambos países.

Rui Teixeira, consejero financiero de EDP Renovables, puso a su empresa como modelo del nuevo desarrollo empresarial que deben protagonizar ambos países. "Somos una empresa verdaderamente ibérica". Y reclamó mayor ambición a sus compatriotas.

"La Península debe ser el mercado natural de expansión", expuso el representante de la eléctrica, que también reclamó a las autoridades un mayor esfuerzo por garantizar la integración de los mercados.

Oliveira das Neves defendió las asociaciones empresariales entre ambos países como la mejor vía para encontrar un hueco en los nuevos mercados internacionales, especialmente en las zonas donde la presencia hispano-lusa ha sido habitual a lo largo de la historia, como África o América Latina.

Postura oficial

El ministro portugués de Agricultura, Desarrollo Rural y Pesca, Jaime de Jesus Lopes da Silva, dijo que "la llamada crisis de precios de las materias primas en los mercados mundiales ha revelado que la agricultura es tan importante como otros sectores. Y que es una actividad que debe de atraer inversión".

Se mostró partidario de que los precios finales recojan el 100% de los costes de producción. "Si los precios cubrieran realmente los costes, la agricultura no necesitaría ayudas; esto es algo que los consumidores deberían conocer".

"Propongo a España una alianza estratégica para defender, hasta el final de la negociación de la futura PAC, que la agricultura es un sector con futuro. Debemos luchar por la agricultura europea y mediterránea al tiempo que la adaptamos para actuar en un mercado internacional con mayor dimensión".

En cuanto a producciones concretas, el ministro declaró que el aceite de oliva es "estratégico". "Nuestro Gobierno ha priorizado las ayudas hacia este sector respecto a otros, y no sólo al cultivo, sino también a la producción y a la exportación". "La inversión española en esta actividad destinada a mejorar la calidad de las producciones es bienvenida".

Reconoció que Italia ha sabido aprovechar bien esa oportunidad de negocio de comprar a granel en España para vender luego con etiqueta italiana. Y, precisamente por el menor nivel de desarrollo de la industria aceitera en el país vecino, aseguró: "Portugal puede aprovechar las ventajas, y no sufrir los inconvenientes, de España en este sector". No por ello dejó de ejercer la autocrítica y calificó como un "escándalo" que su país importe la mitad del aceite que consume.


(Consulado de Portugal en Sevilla)

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