Hasta ayer, los directivos de Morgan no habían iniciado negociaciones de fusión, según fuentes cercanas al asunto. Sin embargo, altos cargos de la entidad admitieron que los posibles 'zig-ziags' en el valor de los títulos podrían, y posíblemente lo hagan, forzar a ésta a cambiar su curso y buscar un compañero para una fusión, probablemente un banco con grandes recursos de capital.
"El consejero delegado de Morgan Stanley, John Mack, quiere evitar a toda costa el error del consejero de Lehman Brothers, que descartó las ofertas de compra hasta que el mercado hundió los títulos de la compañía y le forzó a la bancarrota", afirma la cadena.
Los analistas de Morgan esgrimen que la entidad tiene un balance más fuerte que el de Lehman, y ayer adelantaron sus resultados financieros mostrando beneficios para el tercer trimestre, con un descenso del 7% menor de lo esperado.
Sin embargo, los agentes de Wall Street están apostando cada vez más a que Morgan posíblemente no sobreviva al coste del llamado "cambio de falta de crédito", que son políticas de seguros contra moras de Morgan en sus bonos, "fusilados" el martes, forzando a la compañía a anticipar al mercado sus resultados.
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