domingo, 28 de septiembre de 2008

Pese al plan de rescate, la economía de EEUU tardará en recuperarse

SAN FRANCISCO.- Ni siquiera 700.000 millones de dólares serán suficientes para paliar los problemas económicos en Estados Unidos, si la propuesta de rescate financiero del gobierno fracasa en aplicarse, como ocurrió con acciones previas similares durante las dos últimas décadas.

Generalmente demora varios años para que un país se recupere de una crisis financiera de la magnitud que sufre Estados Unidos.

Basta tomar en cuenta el plan de rescate del gobierno de George Bush padre, de 1989, para salvar a la industria de ahorro y préstamos. La Bolsa de Valores de Nueva York cayó 12% en los primeros 14 meses del plan de rescate, mientras la economía sufrió ocho meses de una recesión que comenzó en julio de 1990.

Hay escasas razones para creer que esta vez la cuestión será muy diferente, especialmente si se tiene en cuenta que el paquete de rescate involucra bienes devaluados y se registra cuando la economía de Estados Unidos está pisando el umbral de la recesión, si es que no ha ingresado ya en ella.

"Demorará años para que las cosas mejoren y será increíblemente complicado", pronosticó el asesor financiero Bert Ely, quien ha estudiado en detalle el plan de rescate de 1989.

Si el plan se concreta, el gobierno estará en condiciones de obtener de los contribuyentes 700.000 millones de dólares para comprar valores depreciados de bancos de inversiones en problemas.

La mayoría de esos valores están ligados a hipotecas que en su mayoría son incobrables o cuyo cobro es a muy largo plazo. Se ignora el precio real de esos valores o si no son más que papel mojado.

Inclusive si el gobierno logra acabar con el desbarajuste, hay otros problemas en ciernes. Eso podría incluir un alza de la tasa de desempleo, a medida que empresas afectadas por una disminución de las ventas y limitado acceso al crédito empiecen a echar a sus trabajadores.

Y esos desempleados, privados de sus salarios, no podrán pagar sus hipotecas. Como resultado, los bancos que hayan ofrecido esas hipotecas, podrían derrumbarse.

Si el gobierno cree que su intervención permitirá despejar la línea de préstamos, otros expresan fuertes dudas. Sung Won Sohn, profesor de economía en la Universidad estatal de California en Channel Islands, es uno de esos escépticos.

"Si yo represento a un banco de tamaño mediano, aunque el gobierno traiga un paquete de rescate a Wall Street no cambiaré súbitamente mis prácticas y comenzaré a prestar de nuevo", señaló Sohn.

Por otra parte, hay daños colaterales.

"Nunca sabremos cuantos negocios podrían haber comenzado, ni cuantas empresas hubieran podido expandirse, de no haber ocurrido todo esto", dijo Jonathan Macey, vicedecano de la Facultad de Leyes de la Universidad de Yale, quien escribió un libro sobre un paquete de rescate en Suecia implementado a comienzos de la década de 1990.

Si las cosas se dieran muy bien, dijo Macey, Estados Unidos podría recuperarse en un lapso de dos años, como ocurrió con Suecia luego que el gobierno gastó miles de millones de dólares para salvar a bancos en dificultades y apuntalar el mercado de la vivienda.

Pero Estados Unidos no es Suecia. Este país es hasta ahora el árbitro de la economía mundial y tal vez los problemas, en vez de disminuir, se multipliquen. Hace casi 80 años, fue en Estados Unidos donde comenzó la Gran Depresión y sus efectos se extendieron por todo el mundo.

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