domingo, 14 de septiembre de 2008

¿Quién manda en el parqué español?

MADRID.- Alrededor de cuatro millones de pequeños ahorradores españoles invierten en Bolsa a través de la compra directa de acciones cotizadas. A ellos se suman las otras 417.000 familias cuyos ahorros están invertidos en fondos de inversión de renta variable, según cálculos de "El Mundo".

Parece una cifra alta, más aún considerando que estos inversores han aguantado estoicamente la caída de más del 25% de la Bolsa española en lo que va de año. Sin embargo, la suma de sus participaciones no supone ni el 20% del total de accionistas de las 35 mayores empresas cotizadas, las componentes del índice bursátil de referencia, el Ibex.

Eso significa que un puñado de consejeros -501, concretamente- acaparan el 11% del total de las acciones y que el resto (69%) está en manos de otros accionistas significativos españoles y extranjeros, como fondos y sociedades de inversión, cajas de ahorros y otras entidades financieras.

A diferencia de otros mercados financieros, la Bolsa española adolece de un escaso capital flotante (free float), esto es, el porcentaje del total de las acciones cotizadas que son susceptibles de negociarse en el mercado. En concreto, según la CNMV, el promedio del capital flotante de las compañías del Ibex se sitúa en el 43,5%, 5,8 puntos menos que en el ejercicio anterior. En definitiva: no sólo hay poco volumen de acciones en el mercado, sino que además éste se ha ido reduciendo en los últimos ejercicios.

«El mercado español tiene dos grandes carencias. Una es que no están representadas todas las grandes compañías del país (no cotizan, por ejemplo, El Corte Inglés, Renfe o Metro de Madrid). La otra es su escasa liquidez, que ahuyenta a muchos inversores, sobre todo extranjeros», explica Javier Amo, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).

De hecho, este experto recuerda que el 75% del volumen de la Bolsa lo acaparan las cinco españolas que integran el Eurostoxx y que sólo el 4% de la negociación diaria corre a cargo de personas físicas. Eso supone a efectos prácticos que empresas como Reyal Urbis o Itínere se negocien con niveles de capital flotante inferiores al 12%.

Este escaso free float responde a las operaciones corporativas desarrolladas en los últimos años, que han favorecido los procesos de concentración de capital. También el regulador destaca que la reciente modificación de la Ley del Mercado de Valores, que obliga a declarar como participaciones significativas la posesión del 3% o más de los títulos de una empresa, frente al 5% anterior, ha hecho aflorar nuevos accionistas significativos que antes se incluían dentro del grupo de minoritarios.

Actualmente en 10 empresas del Ibex una sola persona física o jurídica posee la mayoría de los derechos de voto y en otras 13 sociedades la suma de participaciones significativas declaradas supera el 50% del capital social.

Todo ello ha provocado que un pequeño grupo de empresarios y fondos de inversión concentren en sus manos una gran parte del capital de las cotizadas. Los Abelló, Koplowitz, Pérez, Del Pino, etcétera, son, además de apellidos más que conocidos en el mercado, dueños de una buena porción de éste.

Rafael Del Pino, por ejemplo, controla el 5% de Acerinox a través de la sociedad Casa Grande de Cartagena y el 58,3% de Ferrovial, la empresa que él preside. Además, indirectamente, es socio de referencia en la concesionaria Cintra, donde la constructora posee un 60%. Algo parecido le ocurre a Florentino Pérez, cuya participación en ACS (del 11%) es a la vez un brazo inversor que se extiende por otras cotizadas como Iberdrola, Abertis, Gamesa y, hasta este verano, Unión Fenosa.

Al margen de nombres propios, otras instituciones inversoras como Corporación Financiera Alba aglutinan un buen número de títulos. La sociedad de la familia March controla el 20% de Acerinox y ACS, el 15,4% de Clínica Baviera y el 10% de Prosegur.

También otros fondos extranjeros han extendido una red de participaciones que abarcan gran parte de las cotizadas del Ibex. Es el caso de Chase Nominees, socio de referencia en BME, Cintra, Enagás, Gamesa, Grifols, Indra, Inditex, Red Eléctrica, Repsol, Santander y Telefónica. Por su parte, el gestor estadounidense Fidelity está presente en el capital de Enagás, Grifols, Indra, OHL y Técnicas Reunidas.

Claro que las cajas de ahorros también tienen una posición de dominio en el mercado, sobre todo las dos grandes, La Caixa y Caja Madrid. La primera ha canalizado a través de Criteria todas su participaciones industriales, a saber: el 24,8% de Abertis; el 5% de BME; el 30% en Gas Natural; el 9% en Repsol y el 5% en Telefónica. Caja Madrid, por su parte, está a punto de sacar a Bolsa Cibeles, una plataforma que aglutina sus inversiones en Bankinter (4,7%), BME (4,7%), Iberia (22,9%), Mapfre (15%).

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