martes, 23 de septiembre de 2008

Quintás destaca que las cajas están preparadas para afrontar la crisis

SEVILLA.- El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, Juan Ramón Quintás, aseguró que las cajas de ahorros españolas "están haciendo bien los deberes" frente a la crisis, a través del aumento de las dotaciones y el mayor rigor en la concesión de créditos, de manera que "la morosidad ha aumentado pero mantenemos el mismo nivel de beneficios que el ejercicio pasado, a diferencia de entidades de otros países".

Quintás acudió a la reunión internacional, de carácter anual, del Comité Estratégico de Presidentes de la Agrupación Europea de Cajas de Ahorros (AECA), que se celebró en Sevilla en la sede de Cajasol. Este comité está compuesto por el presidente, los vicepresidentes y el tesorero de la AECA, que son los representantes de las agrupaciones de cajas de ahorros alemanas, francesas, italianas, suecas y españolas y se reúne con regularidad para debatir cuestiones de interés estratégico para el sector financiero.

En esta reunión los representantes de diferentes países expusieron cómo afecta la actual convulsión financiera a cada estado, donde Quintás se mostró "satisfecho" porque el sistema financiero español "es una verdadera excepción, es una isla en medio de un mar absolutamente convulso", aunque reconoció que la crisis financiera "tiene efectos colaterales y consecuencias para las cajas españolas, al coincidir con el cambio de ciclo inmobiliario en nuestro país".

De esta forma, tras apuntar que todos los países reunidos "coincidimos en que la excesiva burocracia de la CE, que no tiene en cuenta las necesidades para el funcionamiento del sistema financiero", defendió la situación del mercado financiero español, de forma que actualmente "vivimos jornadas parecidas en 1992 pero en mejores condiciones, pues la morosidad ha subido fuertemente pero menos que en el ciclo anterior, y hemos aumentado las dotaciones, pasando del 50 al cien por cien".

Quintás quiso minimizar la actual situación financiera, "pues tras 15 años de vacas gordas ahora nos tocan vacas flacas, pero tenemos la certidumbre de que después volverán las vacas gordas". Apuntó que la crisis financiera "no sólo será para unos meses, sino que tendremos uno o dos años incómodos".

Por ello, tras insistir en la necesidad de "coger el toro por los cuernos y mantener el buen humor", Quintás detalló el "plan de guerra" que están siguiendo las cajas de ahorros españolas, que pasa por "un reposicionamiento de liquidez, aumentar la competencia de las cajas con la banca para captar más depósitos, crear nuevas líneas de activos y ajustar la concesión de préstamos al dinero que captamos".

En ese sentido, explicó que "mientras antes la captación de depósitos de fuera de España nos permitía poder conceder créditos, pues la tasa de ahorro de los españoles siempre ha sido insuficiente para mantener la economía española, de forma que antes concedíamos más créditos que depósitos y lo compensábamos con los depósitos y el ahorro de otros países".

"Ahora, al bajar el volumen de depósitos de fuera de España por el cierre del mercado, hemos ajustado las tasas y sólo podemos prestar los depósitos que nos ceden los ahorradores españoles, y eso es muchísimo menos, pero no podemos prestar lo que no tenemos", aseveró el dirigente de la CECA, quien agregó que a su vez "hay menos dinero para prestar pero también hay menos proyectos empresariales solventes que nos pidan dinero".

Quintás recordó que las cajas de ahorros "no vamos a prestar dinero a quien no va a devolver el dinero, haríamos un mal negocio, pues no podemos prestar un dinero que no es tuyo a quien tienes la certeza de que no te lo va a devolver y eso ocurre en sectores especialmente golpeados por la crisis".

"Los bancos y las cajas deben prestar dinero cuando existe una razonable seguridad de que lo va a devolver y cuando la economía está en expansión no hay riesgo de quedar en paro para el que solicita una hipoteca, pero ahora el riesgo de paro no es trivial y si te piden un préstamos alguien que trabaja en un sector en reconversión, de lo piensas tres veces", agregó Quintás, quien aseguró que se aplica "la misma norma a la hora de conceder préstamos pero a quien creer que lo va a devolver en el plazo establecido".

Además, consideró necesario un "redimensionamiento" y "racionalización" de la red de oficinas "y comprobar si existe alguna que no interese mantener", como puede ocurrir en zonas de expansión y desarrollo urbanístico, puesto que "ahora no debemos expansionarnos ni abrir masivamente nuevas oficinas sino extremar el rigor en la eficiencia, cuidar los costos y reducir los gastos y cuidar el rigor en la concesión de créditos para ver cuál es la mejor forma de recuperar los préstamos sin dañar al tejido productivo".

También destacó que el pasado año "metimos 14.000 millones de euros en recursos propios y nos estamos dotando de reservas y dotaciones para prevenir aumentos de la morosidad, a modo de colchones y almohadillas que nos protejan de los golpes del entorno duro", hasta el punto que "hemos superado el nivel de solvencia de la banca española".

El representante de las cajas españolas expresó su satisfacción porque "en estos momentos las características de las cajas, su cercanía al cliente ha provocado que en España no hayamos tenido la catástrofe que estamos viviendo ahora y que ha ocurrido en otras zonas", ya que, según apuntó, "todo el problema de las 'subprime' se produjo por la separación completa y la falta de relación entre los clientes de hipotecas y las entidades que los generaban".

"En España las cajas tenemos esa proximidad al cliente y eso explica que en España no tengamos problemas en ese sentido, nunca ha quebrado una caja", agregó Quintás, quien expresó su satisfacción "porque nuestro modelo funciona, pues al no ser tan súper sofisticados financieramente y ser más domésticos e incluso pueblerinos, las entidades tenemos más solvencia y salud financiera".

De esta forma, apuntó que "nuestro modelo de banca minorista es uno de los más eficientes del mundo gracias a la proximidad con el cliente, lo cual da solidez a la entidad y al sistema".

Quintás citó las diferencias entre las cajas de ahorros españolas y las de otros países europeos, de forma que destacó el desarrollo de la obra social en España, o el hecho de que "mientras en otras zonas las cajas son muy pequeñas, en España hay cajas muy grandes, medianas y pequeñas". Además, recordó que mientras en otros países las cajas son públicas o con un régimen similar al de cooperativas, en España "los consejos de administración reflejan los grupos de la sociedad, eso es un modelo estrictamente español".

"Somos casi una referencia para las cajas europeas", agregó Quintás, quien además defendió la "biodiversidad financiera", en la que coexistan bancos y cajas e incluso sociedades de inversión. "Es bueno que existan bancos súper sofisticados que hagan ingeniería financiera, mientras que las necesidades básicas de la industria y la familia se vean atendidas con la solvencia, solidez y eficiencia de las cajas", añadió.

Quintás consideró las fusiones como "uno de los instrumentos para solventar la crisis, pero el tamaño no soluciona nada la falta de liquidez y hay que saber cuándo usar esa herramienta".

Aseguró que no es enemigo de las fusiones pero mostró su sorpresa por la moda de que "ahora todo el mundo apueste por las fusiones frente a la crisis, cuando el problema no es tamaño, pues ahora caen los gigantes". "A la hora de fusionarse es mejor compensar la debilidad de una institución en un aspecto con la fortaleza de otra entidad en ese mismo tema para combatir la crisis", aseveró.

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