Ante varios cientos de trabajadores, Sarkozy defendió el acuerdo firmado por el Gobierno el pasado 12 de junio con STX, antes de la OPA del grupo surcoreano sobre Aker Yards, antiguo propietario noruego de los astilleros de Saint-Nazaire.
Con este acuerdo, que prevé la compra del 9% de las acciones y un derecho de tanteo sobre el 25% que posee Alstom, el Estado será "directa o indirectamente" propietario del 34%, es decir, que tendrá una minoría de bloqueo y podrá intervenir en todas las decisiones estratégicas de la compañía. "Es la mejor prueba de mi decisión de comprometerme a largo plazo con los astilleros", argumentó Sarkozy.
"Si lo hacemos es porque creemos en el futuro de los Astilleros del Atlantique. En el mundo se necesitan cada vez más barcos de crucero y de alta gama. Para Francia sería una debilidad abandonar los astilleros", proclamó.
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