viernes, 19 de septiembre de 2008

Segura espera que el nuevo organismo supervisor financiero español esté implantado en dos años

MADRID.- El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, confió hoy en que el nuevo organismo supervisor financiero, que integrará funciones de la CNMV y del Banco de España, esté implantado en un plazo de dos años, ya que la crisis que atraviesan los mercados ha acelerado la búsqueda de mejoras en supervisión.

"Espero que dentro de un par de años podamos decirles que el cambio ha tenido lugar con éxito", dijo Segura, en la inauguración del 'Foro Sobre Modelos de Supervisión', que coincide con el XX aniversario del organismo que preside.

Segura aludía así a la intención del Gobierno de implantar un modelo de supervisión 'twin peaks' formado por el Banco de España, que se ocupa de la solvencia, y la actual CNMV, que se ocupa de la supervisión de mercados y de conductas, de que será rebautizada como Comisión Nacional de Servicios Financieros (CNSF).

Segura resaltó que "la carga más sustantiva" del cambio respecto al modelo actual recae sobre la CNMV, que ha de absorber dos grandes unidades de reclamaciones y la supervisión de conducta del área de seguros y fondos de pensiones.

Para que esto pueda realizarse con garantías de éxito y un grado razonable de eficacia "resulta preciso, como mínimo, un régimen de contratación flexible que permita reclutar un volumen apreciable de personal cualificado en un corto espacio de tiempo", resaltó.

El objetivo es que la contratación de trabajadores se realice con suficiente antelación para que el nuevo personal pueda ser formado previamente en sus nuevas tareas, dijo el presidente de la CNMV.

También es necesario contar "con unos instrumentos de supervisión -y en el límite, de sanción- más eficaces que la mera toma de declaración" a los potenciales transgresores de normas de conducta, agregó.

Según explicó, la crisis financiera originada en el segmento de las hipotecas 'subprime' de Estados Unidos el año pasado y que se ha convertido en una crisis de liquidez y confianza mundial, ha acelerado la búsqueda de mejoras en materia de supervisión financiera para aumentar su eficacia en la prevención y control de las crisis.

"El sistema financiero internacional se ha vuelto tan complejo, que identificar, evaluar y gestionar los riesgos es una tarea cada vez más difícil para las autoridades y los supervisores financieros", sostuvo el presidente de la CNMV.

A su parecer, la responsabilidad frente a las crisis financieras recae sobre los gobiernos y los supervisores de solvencia, ya que ellos disponen de instrumentos para tener que enfrentarla, pero cada vez con mayor frecuencia las crisis no tienen su origen en problemas de insuficiencia de capital, sino en las políticas seguidas por las empresas.

Por esta razón, subrayó la necesidad de reforzar la cooperación internacional entre supervisores y avanzar en la transparencia y que la información hecha pública asegure una adecuada comprensión de los riesgos que permita un buen proceso de determinación de precios y proteja adecuadamente a los inversores.

En la actualidad, la integración y la innovación financiera han tenido efectos positivos como un aumento de la diversificación de las carteras, pero también negativos, ya que la distribución final de riesgos es bastante opaca, los efectos de contagio son más intensos y se producen por canales de transmisión que conocemos insuficientemente.

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