La presidenta Bachelet convocó el lunes a los líderes de la coalición de partidos de gobierno y de la oposición para analizar la crisis financiera internacional.
Tras casi dos horas de análisis, la mandataria enfrentó las cámaras de la televisión rodeada de todos los dirigentes políticos, y afirmó que coincidieron "en que hay que enfrentar la crisis con voluntad unitaria".
Aseguró que esa voluntad unitaria es "nuestra más importante coraza ante la incertidumbre que viene de los mercados", pero que en todo caso Chile "no puede pretender estar inmune".
Informó que ninguno de los programas sociales se verá afectado y que, por lo tanto, no serán los más desamparados los que pagarán las consecuencias de la crisis.
El ministro de Hacienda Andrés Velasco, por su parte, dijo ante los periodistas luego de reunirse con Bachelet que el plan incluye 850 millones de dólares para las pequeñas empresas y exportadores y un aporte de otros 700 millones de dólares para aumentar la liquidez de los bancos privados.
Esos recursos, correspondientes a excedentes fiscales, serán licitados a la banca que opera en el país. El Banco Central ya había entregado la semana pasada otros 3.000 millones de dólares a algunos bancos para mejorar su liquidez.
"Tenemos la certeza de que nuestro sistema financiero es sólido, está bien capitalizado, bien regulado, vamos a garantizar su liquidez y vamos a trabajar entre todos para que esos recursos le lleguen a las empresas que más lo necesitan y, por lo tanto, tengamos el empleo y las inversiones que los chilenos necesitan" dijo Velasco.
Velasco señaló que el propósito de las medidas es "garantizar que ese adecuado nivel de liquidez fluya hacia quienes más lo necesitan y eso incluye a las empresas exportadores y a las empresas de mejor tamaño".
Este lunes la bolsa chilena, en consonancia con la recuperación de las bolsas mundiales, experimentó un fuerte repunte y subió hasta el mediodía en torno al 11,57%, al tiempo que el dólar, que en la semana previa subió alrededor del 20%, llevando la cifra a 646 pesos, caía en 26 pesos a unos 620 pesos.
Previo a la reunión convocada por la presidenta, el oficialismo acogió la propuesta de los dos partidos derechistas de formar una comisión para hacer un seguimiento de la crisis y formular propuestas para encararla.
Velasco hizo una exposición de la situación imperante a los dirigentes oficialistas y de la oposición de derecha y del Partido Comunista.
Bachelet y Velasco han reiterado que la economía chilena es fuerte y tiene resguardos para enfrentar los efectos externos, aunque admiten que de todos modos la crisis salpicará al país. Uno de sus efectos es la fuerte caída que ha tenido el precio del cobre.
Los cuantiosos superávit comerciales de los últimos años así como el fuerte superávit fiscal se reducirán por ese efecto. No obstante, el gobierno elaboró un presupuesto, que consideró moderado, para el año entrante y que contempla un mayor gasto del 5,7%, superior al crecimiento previsto para este año, pero inferior al aumento de la inflación.
El presupuesto debe ser aprobado o rechazado por el Congreso antes del 30 de noviembre y ya uno de los partidos opositores, la radical Unión Demócrata Independiente, anunció su demanda al gobierno de posponer el debate del proyecto a la espera de tener más claro el panorama internacional y estudiar la posibilidad de redestinar recursos par capear la crisis.
La tormenta financiera afectó en Argentina al sector turístico, con la hotelería y la gastronomía cayendo en un 15%.
El presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), Luis Peña, advirtió el lunes que "para los próximos meses estamos anticipando que la baja llegará al 25% en todo el país".
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