La declaración se ratificó en una cumbre celebrada en el Ayuntamiento barcelonés presidida por el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, y a la que asistieron representantes de Béziers, Figueres, Girona, Montpellier, Narbona, Perpignan y Toulouse.
En la rueda de prensa posterior Hereu dijo que se trata de "un grupo de presión" permanente que hará llegar la declaración a los Estados español y francés, y también a la Comisión Europea.
"Nos jugamos mucho", advirtió, y aseguró que España "está haciendo los deberes" para que se pueda cruzar la frontera desde Barcelona con AVE en 2012, impulso que no demuestra Francia, según el alcalde.
Reclamó que el Estado vecino tome decisiones "muy importantes" para conectar Montpellier con Nimes y posibilitar así la conexión completa con la capital catalana. También pidió impulsar la variante de Lyon y el arco mediterráneo con el tramo entre esta ciudad y Torino (Italia), y la ampliación de la Alta Velocidad entre Barcelona y Valencia.
Además, la declaración exige acelerar los trabajos pendientes de la futura estación intermodal de La Sagrera de Barcelona, la nueva estación de Figueres y el trazado de Girona. También pide que el trazado AVE Toulouse-Narbona se ejecute al mismo tiempo que la línea de Perpignan-Montpellier para conectar el arco atlántico con el mediterráneo.
Las ciudades firmantes quieren participar en el debate público sobre la definición de la línea Perpignan-Montpellier, apuestan por la integración de las estaciones y los trazados con los tejidos urbanos, y que la oferta de tarifas, frecuencias y servicios permita que el AVE sea una "alternativa real" a otros medios de transporte.
Según Hereu, "el diálogo entre ciudades no es un juego de suma cero". El alcalde defendió que con la actuación conjunta las ocho ciudades saldrán "más beneficiadas" e impulsarán así el desarrollo social y económico de la Eurorregión.
Además, consideró que las inversiones en grandes proyectos transeuropeos como la Alta Velocidad es una salida a la crisis. El alcalde de Perpignan, Jean Paul Alduy, coincidió en este punto con Hereu y mantuvo que los gobiernos tienen que "relanzar la economía" con inversiones en infraestructuras, pero también en desarrollo sostenible.
Alduy vio como "un insulto para la inteligencia" que se acaben las obras del tramo entre Girona y Perpiñán sin que aún puedan pasar trenes. Hereu dijo entender "perfectamente" la queja de su homónimo francés, y vio este asunto como "un elemento más de presión" para que Francia impulse la conexión ferroviaria.
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