jueves, 2 de octubre de 2008

Brown propondrá a sus colegas europeos del G-8 "estabilizar" el mercado

LONDRES.- El primer ministro británico, Gordon Brown, planteará a los miembros europeos del G-8 con los que se reunirá el próximo sábado en París para evaluar la crisis la necesidad de "estabilizar" los mercados financieros como prioridad más urgente para, a continuación, dar forma a una regulación internacional que evite la reedición de un colapso como el que asola actualmente las economías de todo el mundo arrastradas por Estados Unidos.

El propio Brown confirmó hoy en una conversación con el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, su intención de asistir a la reunión, que sigue a la que él mismo convocó la pasada semana en Nueva York aprovechando la cumbre de la ONU sobre los Objetivos del Milenio.

No obstante, el portavoz del primer ministro aclaró que, pese al apoyo de Reino Unido al plan de rescate del sector financiero elaborado por la Casa Blanca y ya finalmente aprobado por el Senado norteamericano, no hay previsión de que los mandatarios europeos aborden una medida similar para el continente.

En este sentido, y después de que hace siete días Brown ya hubiese descartado una paquete análogo en Londres, el portavoz de Downing Street subrayó: "No anticipamos ninguna discusión de un fondo de rescate en la Unión Europea durante la reunión del sábado", en la que el objetivo será "discutir cómo cada una de las cuatro principales economías de Europa están respondiendo a la crisis global".

Al respecto, el primer ministro británico se ha comprometido a "hacer lo que sea" para lograr el objetivo primordial de estabilizar el mercado para, una vez garantizado este objetivo, "construir las bases correctas para el futuro". Para Brown, lo esencial es devolver "confianza" al sistema, especialmente en el caso de Estados Unidos, donde estalló un colapso que ha ido salpicando al resto de países hasta adquirir un carácter global.

Para ello, el sábado propondrá su tesis de "acciones coordinadas" entre países para garantizar la estabilidad y, a continuación, "avanzar", en cumplimiento con las advertencias que lleva planteando desde hace años acerca de la necesidad de promover medidas conjuntas para una "supervisión global" que implique a todas las economías del planeta.

En consecuencia, el primer ministro británico apuesta por una regulación internacional que dé como resultado una mayor transparencia y garantice mayor responsabilidad sobre la dirección de las compañías a la hora de priorizar decisiones a largo plazo que eviten desequilibrios en el sistema.

Para ello, propone que el Fondo Monetario Internacional, junto con el Foro Financiero de Estabilidad --un grupo de bancos centrales, reguladores y organismos internacionales--, actúen como centro de una advertencia temprana de turbulencias financieras en el sistema que afecte a la economía global.

En este sentido, el mandatario reivindica que Reino Unido ha hecho "todo lo necesario" para imprimir liquidez a los mercados pero, según aseguran medios de comunicación como el liberal 'The Guardian', privadamente lamenta que la crisis internacional habría podido ser mitigada si las propuestas que ha planteado en los últimos años hubiesen sido tenidas en cuenta.

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