miércoles, 1 de octubre de 2008

Bruselas reclama una "mayor coherencia" en el sistema de garantía de depósitos de la UE

BRUSELAS.- La Comisión Europea estudia nuevas medidas para "consolidar la confianza de los mercados y proteger los intereses de los ahorradores y de los inversiones en la actual situación de turbulencias", según anunció hoy su presidente, José Manuel Durao Barroso.

Entre las iniciativas prioritarias se encuentra la mejora de la coherencia de los sistemas de garantía de depósitos y el aumento de la transparencia de los salarios e incentivos de los directivos de grandes empresas.

Estas medidas se sumarán a la propuesta que Bruselas puso este miércoles sobre la mesa para restringir las inversiones de los bancos en productos de alto riesgo y para crear "colegios de supervisores" que controlen los riesgos de los grupos bancarios transfronterizos.

Además, el Ejecutivo comunitario presentará en noviembre una norma para regular las agencias de calificación de riesgos.

Durao Barroso destacó que Europa "está asumiendo sus responsabilidades" ante la crisis y que "se están llevando a cabo las intervenciones apropiadas cuando las empresas están dificultades", tanto a nivel nacional como cuando es necesaria la cooperación entre varios países.

Expresó también su respaldo a las reuniones convocadas por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, para abordar la crisis, tanto la que se celebrará el sábado en París con Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, donde probablemente se discutan las nuevas iniciativas, como la que se quiere organizar a nivel del G-8.

Además, el presidente de la Comisión reiteró su llamamiento a los Estados Unidos para que "asuman su responsabilidad" y aprueben rápidamente el plan de rescate bancario auspiciado por el presidente George W. Bush.

La legislación comunitaria prevé que los sistemas de garantía de depósitos cubran todas las cuentas de un mismo depositario hasta un importe total de 20.000 euros. La norma deja libertad a los Estados miembros para elevar este mínimo asegurado a los clientes, y así lo están haciendo algunos países como Reino Unido.

Por su parte, Irlanda ha anunciado que garantizará la totalidad de los depósitos de sus bancos nacionales para proteger a su sistema financiero.

Barroso explicó que el Ejecutivo comunitario pretende "mejorar la coherencia de los sistemas de garantía de depósitos", pero eludió precisar si sería mejora hacerlo mediante un sistema común o una mejor articulación y cooperación entre los diferentes sistemas y las reformas que se están llevando a cabo con motivo de la crisis. Bruselas está discutiendo esta cuestión con la presidencia francesa.

Por su parte, el comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, explicó que no existe unanimidad entre los Estados miembros para elevar el mínimo de 20.000 euros porque en muchos países esta cantidad ya es muy alta.

McCreevy dijo que una eventual reforma de la legislación comunitaria debería orientarse sobre todo a acelerar el plazo en el que se paga esta cantidad después de que un banco quiebre, ya que mientras en EEUU este plazo es de 48 horas, en la UE puede llegar a 6 meses.

Por lo que se refiere a los sistemas de retribución de los directivos de las grandes empresas, Barroso recordó que ya en 2004 la Comisión publicó una recomendación en la que abogaba por aumentar la transparencia, pero sólo Países Bajos la ha respetado plenamente. Por ello, pidió a todos los Estados miembros que preparan medidas en este sentido que sigan las directrices marcadas por Bruselas, que no descarta presentar legislación si hay consenso entre los Veintisiete.

Dentro del paquete de nuevas medidas anticrisis que están en estudio, el presidente del Ejecutivo comunitario abogó por "refinar" las reglas sobre valoración de activos complejos, lo que, según dijo, incluiría "adaptar nuestras reglas contables a una nueva situación".

"En particular, si otros mercados también aplican cambios, no queremos que los bancos de la UE queden en una situación de desventaja frente a los bancos de otros países", dijo.

Barroso también reclamó reforzar las estructuras de supervisión bancaria a nivel de la UE y apostó por proseguir las reformas estructurales ya que, a su juicio, la crisis tendrá un impacto en la economía real y la presión competitiva de otras regiones del mundo no desaparecerá.

El presidente de la Comisión elogió el "magnífico trabajo" del Banco Central Europeo (BCE) para garantizar la liquidez de los mercados y dijo que el Ejecutivo comunitario Durao está aplicando las normas sobre ayudas públicas a los planes de rescate bancarios "en tiempo real" y de manera "flexible" y "responsable", teniendo en cuenta los acontecimientos en los mercados financieros.

Pero Durao Barroso destacó que, más allá de estas medidas a corto plazo, se requiere una "auténtica respuesta europea" y una mayor coordinación entre los Estados miembros para recuperar la estabilidad y la confianza en los mercados.

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