Tras su reunión en la residencia presidencial de Camp David (Maryland), el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, y el 'número uno' de la Comisión Económica Europea, José Manuel Durao Barroso anunciaron su acuerdo para "alargar la mano" a otros líderes mundiales la semana próxima proponiendo la idea de llevar a cabo una serie de cumbres.
"Los líderes mundiales serán consultados sobre la idea de una primera cumbre de jefes de Gobierno que se celebraría en Estados Unidos poco después de las elecciones en el país", informaron a través de un comunicado conjunto.
El documento también explicaba que esta reunión tendría como objetivo "revisar el progreso que se está haciendo para acabar con la actual crisis y buscar un acuerdo sobre los principios de reforma necesarios para evitar que se repita y asegurar la prosperidad global en el futuro".
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