jueves, 23 de octubre de 2008

China emprende su lucha contra la crisis ante signos de desaceleración

PEKÍN.- China, afectada por la crisis internacional, tomó una serie de medidas esta semana para luchar contra su ralentización económica y apoyar los sectores clave, como las exportaciones y la inmobiliaria.

Los primeros paquetes se decidieron el martes, 24 horas después de que Pekín anunciara un crecimiento en alza del 9,0% entre julio y septiembre, es decir, su nivel trimestral más bajo en cinco años.

El gobierno intervino en primer lugar para apoyar las exportaciones, aumentando las devoluciones del IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) para cerca de 3.500 productos.

Aunque van a contracorriente de su política reciente, estas decisiones fiscales se justifican en los temores de Pekín a una contracción de la demanda de las economías occidentales, golpeadas seriamente por la crisis.

Algunas pequeñas manufacturas chinas dedicadas a la exportación ya han tenido que echar el cerrojo.

Paralelamente, el gobierno ratificó el martes su intención de invertir masivamente, sin dar montos precisos, en "carreteras, aeropuertos, centrales nucleares e hidráulicas", principalmente.

El miércoles se tomaron medidas fiscales para ayudar al sector inmobiliario, que supone un cuarto del total de las inversiones en capital fijo y el 10% del Producto Interior Bruto chino. "La dirección que tome el mercado inmobiliario determinará la dirección de la economía en los próximos 18 meses", juzgó el analista de Credit Suisse Dong Tao. "Las medidas reflejan la ansiedad creciente frente a los riesgos sobre el crecimiento" económico, agregó.

La desaceleración del crecimiento chino es "antes que nada un problema interno", apuntó Goldman Sachs. Pero "el clima internacional que podría permitir a China un crecimiento continuo, empeora", según JP Morgan.

Pekín escogió así la vía de la estimulación del sector inmobiliario, enfriado durante cuatro años de directivas destinadas a frenarlo. "No pensamos que su deterioro pueda causar al sector bancario nada parecido a los problemas que el mercado inmobiliario en Estados Unidos" ha representado para las entidades bancarias, indicó el Standard Chartered. Según esta entidad británica, el 19% de los préstamos de los bancos chinos están relacionados con la inmobiliaria, frente a más del 50% en Estados Unidos.

Los analistas, estiman no obstante que China debe ir más lejos en esta lucha contra la ralentización. Goldman Sachs, que cree que es "tranquilizador que China pueda apostar por flexibilizar sus políticas fiscales, monetarias y estructurales", advirtió no obstante de que "lo más importante" para China y la economía mundial es que los dirigentes de Pekín actúen "rápido y de forma sustancial".

"China es el país del mundo que dispone de la mayor flexibilidad para contener el impacto de la crisis financiera mundial", subrayó JP Morgan.

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