domingo, 19 de octubre de 2008

Dimiten tres miembros de la junta directiva de Caisse d'Epargne tras perder 600 millones en derivados

PARÍS.- Los tres principales directivos del banco francés Caisse d'Epargne dimitieron este domingo tras la reciente pérdida en Bolsa de 600 millones de euros, según una fuente próxima al caso.

Se trata del presidente Charles Milhaud, el director general Nicolas Mérindol, y Julien Carmona, encargado de finanzas y riesgos.

Milhaud dijo que no pide "ninguna indemnización", al confirmar su dimisión este domingo por la noche.

La decisión fue tomada durante un consejo de vigilancia extraordinario, celebrado el domingo para dirimir la suerte de los directivos de la Caisse d'Epargne tras la reciente pérdida de 600 millones de euros.

Poco después, el banco anunció la sustitución de Milhaud, de 65 años, por Bernard Comolet, actual presidente del banco para la región parisina.

Asimismo, Mérindol, será sustituido por Alain Lemaire, actual presidente del banco para la región Provenza-Alpes-Córcega, declaró a la prensa Yves Huert, presidente del consejo de vigilancia de la entidad financiera.

Milhaud, que ha dirigido la Caisse d'Epargne desde 1999, ha formulado el deseo de permanecer en el grupo "algunos meses", el tiempo de cerrar las negociaciones en vistas a una fusión con el grupo Banque Populaire, precisó la misma fuente.

Carmona, por su parte, abandona el directorio y pasaría a ser director ejecutivo encargado de las finanzas, apuntó la misma fuente.

Varios de los participantes del consejo de vigilancia, que duró varias horas, estaban decididos a pedir la dimisión del presidente del directorio, Charles Milhaud, cuyo mandato llegaba a término a finales de 2009, según una fuente cercana al caso.

Milhaud declaró sentirse "responsable" de la pérdida de 600 millones de euros, que calificó de "grave", en una entrevista con el dominical francés Journal du Dimanche.

Por su parte, la ministra de Economía, Christine Lagarde, se declaró "satisfecha" tras el anuncio de las dimisiones de los principales directivos de la Caisse d'Epargne y consideró que "ello permitirá a las cajas de ahorros volver a empezar", informó el domingo el entorno de la ministra.

Previamente, el portavoz del gobierno francés, Luc Chatel, había declarado el domingo que "cada cual debía asumir sus responsabilidades", mientras que el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, deseó que se tomaran "decisiones" en el consejo de vigilancia.

El viernes, el presidente francés Nicolas Sarkozy exigió a los responsables "asumir las consecuencias", mientras que la oposición socialista reclamó "sanciones".

La propia Lagarde "llamó el viernes a los directivos de la Caisse d'Epargne a hacer frente a sus responsabilidades", recordó el entorno de la ministra.

"Los miembros del consejo de vigilancia hicieron el mismo análisis que la ministra", añadió la misma fuente al insistir en que la "pérdida no cuestiona la solidez del grupo y no tendrá impacto en los clientes, los empleados y los ahorradores".

A este respecto, un representante de los empleados de la entidad en el consejo de vigilancia se congratuló el domingo por la "buena decisión", en referencia a las dimisiones de los directivos.

La Caisse d'Epargne anunció el viernes una pérdida de 600 millones de euros, provocada por tres de sus corredores, que habían apostado por una subida del mercado de acciones justo antes de su caída brutal el pasado 6 de octubre.

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