jueves, 16 de octubre de 2008

EEUU prevé "meses difíciles" y los analistas apuntan a una recesión

WASHINGTON.- Las autoridades de Estados Unidos reconocen que los próximos meses van a ser "difíciles" en el plano económico pero se resisten a mencionar abiertamente la palabra recesión, algo que no temen hacer los analistas.

"Hemos tomado medidas extraordinarias, porque estas son circunstancias extraordinarias", declaró el miércoles el presidente George W. Bush tras reunirse con sus principales asesores. A punto de cerrar una controvertida presidencia, Bush prometió que "a largo plazo, la economía se recuperará".

"Deberemos enfrentar algunos desafíos durante algunos meses. Llevará tiempo superar esta fase", declaró por su parte el secretario del Tesoro, Henry Paulson, a la cadena de televisión ABC.

La recuperación de la economía estadounidense no va a llegar "enseguida", advirtió el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke. Para Bernanke, a pesar de los extraordinarios acontecimientos de las últimas semanas, como la desaparición de gigantes de la banca de inversiones en Estados Unidos, "la situación actual guarda mucha semejanzas con experiencias del pasado", por lo que las medidas aplicadas deberían tener éxito.

"La actividad económica se debilitó en septiembre en todas las regiones", advirtió la Fed en un informe de coyuntura, subrayando que varias de sus antenas regionales constataron un incremento del pesimismo sobre las perspectivas económicas. Sólo un 11% de los estadounidenses se declara satisfecho por la situación del país, según una encuesta del instituto Pew Research Center.

Los responsables económicos se cuidan de mencionar la palabra recesión, pero los analistas no dudan en utilizarla ya para ciertos aspectos. Las ventas minoristas cayeron un 1,2% en septiembre, mientras que la inflación, excluida la energía y la alimentación, aumentó un 0,4%, según datos oficiales.

"Tenemos una vigorosa recesión entre los consumidores", señaló la firma RDQ Economics en una nota informativa el miércoles. "Tras la excitación en los mercados a causa de las medidas (anunciadas) el fin de semana, los datos duros, fríos demuestran que la economía se está encogiendo y continuará haciéndolo durante cierto tiempo", añadió la firma High Frequency Economics.

La incógnita es hasta dónde caerá. El Fondo Monetario Internacional (FMI) previó la semana pasada un crecimiento del 1,3% en 2008, pero ese análisis fue hecho a finales de agosto, antes del pánico en los mercados.

Wall Street se derrumbó de nuevo el miércoles un total de 733,08 puntos (7,87%), hasta los 8.577,91 puntos.

El gobierno de Bush no dudó en dar un brusco giro a su megaplán anticrisis de 700.000 millones de dólares a lo largo del fin de semana.

Ante el ejemplo británico y las decisión de los países europeos de intervenir nacionalmente en los bancos, Paulson convocó a los presidentes de los nueve principales bancos del país y les conminó a aceptar una participación del Estado en sus entidades.

Esa medida, que no se veía en Estados Unidos desde la Gran Depresión de los años 1930, parece ser por ahora la única que el gobierno Bush quiere adoptar.

Europa también decidió intervenir decididamente en el mercado interbancario, esto es, en el dinero que se prestan, o deberían prestarse, los bancos. Washington decidió por ahora no intervenir.

"La visión oficial, implícita en las medidas del gobierno, es que el mercado interbancario se recuperará por sí mismo" gracias a los 250.000 millones de dólares que el gobierno pone en los bancos, explicó High Frequency Economics. "Sin embargo, quizás (el gobierno) deberá ofrecer (también) una garantía interbancaria", añadió esa firma.

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