Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, Fernández Ordóñez subrayó que el instituto emisor europeo consideró que aunque los riesgos inflacionistas se han reducido algo en el área euro, "no han desaparecido".
En este sentido, el gobernador explicó que el Consejo de Gobierno del BCE decidió mantener los tipos de interés en el 4,25% durante la reunión de la pasada semana, teniendo en cuenta el impacto del endurecimiento de las condiciones financieras y el cambio en el dinamismo de la demanda, un entorno que calificó de "difícil".
Asimismo, indicó que el BCE reiteró la disposición del Eurosistema a suministrar toda la liquidez requerida durante todo el tiempo que sea necesario, ante la gravedad de las tensiones que viven los mercados financieros internacionales.
En declaraciones a los medios tras su comparecencia, reiteró que las bajadas de tipos hay que hacerlas pensando en la inflación y no en la crisis financiera, aunque consideró difícil cuantificar los efectos de una eventual bajada en estas circunstancias.
Según Fernández Ordóñez, el BCE tiene que tomar estas decisiones en un difícil marco macroeconómico, ya que en Europa, como en el resto del mundo, las condiciones financieras se han endurecido en los últimos meses "notablemente", condición que se ha unido a los efectos contractivos de los choques del petróleo y de las materias primas sobre las rentas de los agentes y sobre la capacidad de producción.
Recordó que, según los datos más recientes correspondientes al segundo trimestre del año en curso, el ritmo de crecimiento del área euro se ha debilitado hasta el 1,4%, situándose por debajo de su potencial.
En este sentido, aseguró que las proyecciones del BCE de principios de septiembre apuntan a avances de entre el 1,1% y el 1,7% este año y de entre el 0,6% y el 1,8% el siguiente, aunque sometidos a un importante grado de incertidumbre y a riesgos de desviación a la baja que se han acentuado en las últimas semanas.
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