Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso, Fernández Ordóñez adelantó también que el proceso de ajuste económico se prolongará en 2009, con ritmos de avance del PIB más difíciles de calibrar, pero probablemente también "más débiles".
En este sentido, explicó que se intensificará el proceso de corrección de la inversión residencial, ya que los registros de la obra en ejecución reflejarán el próximo año el "frenazo" de las iniciaciones.
Asimismo, aventuró que continuará la desaceleración del consumo privado, sobre todo, por la debilidad del empleo, factor que, a su parecer, es el que más está contribuyendo a la pérdida de dinamismo de la economía española.
Por esta razón, la contribución de la demanda interna al crecimiento del PIB podría llegar a ser negativa y sólo ser atenuada por el sector exterior si se mantiene la pujanza de las exportaciones y continúa, tal y como parece, la desaceleración de las importaciones. "La importancia que en las actuales circunstancias tiene el efecto dinamizador del sector exterior pone de relieve la relevancia de la evolución futura de la competitividad", señaló.
En cuanto a la inflación, el gobernador del Banco de España afirmó que evolucionará hacia incrementos medios "cada vez más moderados" en lo que resta de año, gracias a los efectos base de los aumentos de los precios de la energía y los alimentos elaborados de finales del año pasado y a los recientes descensos del precio del crudo, siempre y cuando se consoliden.
En este sentido, Fernández Ordóñez consideró que esta trayectoria debería prolongarse a lo largo del próximo año apoyada, adicionalmente, en la "propia debilidad" de la demanda interna. No obstante, y para alcanzar una convergencia "más completa y sostenible" con el área euro, consideró "necesario" materializar los riesgos alcistas que se derivan de los efectos indirectos y de segunda vuelta de los aumentos de costes y precios de este año.
Sobre el proyecto de Presupuestos del Gobierno, aseguró que el cuadro macro sobre el que están realizados recoge en líneas generales la trayectoria del ajuste macroeconómico, aunque señaló que se encuentra sujeto "a riesgos de desviación a la baja", sobre todo en la evolución de la demanda interna y de la inversión residencial. "Hay que tener en cuenta además que la coyuntura mundial y el impacto de las perturbaciones financieras internacionales van a acentuar dichos riesgos", advirtió.
Así, aventuró que la debilidad de la actividad en 2009 generará una dinámica de ampliación del déficit que, dada la situación de incertidumbre, podría alcanzar una "magnitud superior" a la prevista en el propio proyecto de Presupuestos, situada en el 1,5% del PIB.
En este contexto, pidió prudencia en la gestión de la política fiscal dada la incertidumbre que rodea el escenario de crecimiento mundial. "Es importante que la política fiscal mantenga márgenes de actuación ante una posible situación de mayor debilidad", advirtió Fernández Ordóñez, tras asegurar que "nada sería peor" que tener que enfrentarse a nuevas perturbaciones cuando la única opción fuera reducir el déficit.
A pesar de todo, el gobernador de la entidad supervisora aseguró que el proyecto diseñado por el Ejecutivo es "neutral o ligeramente restrictivo", lo que lo convierte en "adecuado" para la actual situación económica, aunque pidió prudencia al ejecutar el gasto porque el periodo de dificultades puede durar en el tiempo. "Hay que ser enormemente cauto", advirtió.
En este sentido, pidió a las autoridades que vigilen y eviten desviaciones del gasto corriente que reduzcan el margen de maniobra para acometer los programas de inversión pública y la ejecución de otros gastos productivos comprometidos en los Presupuestos, al tiempo que apostó por disponer de cierto margen para acometer los planes de inversión en infraestructuras, algo "fundamental" para suavizar el ajuste de la construcción.
Sobre el empleo, Fernández Ordóñez aseguró que este factor se ha convertido en "el canal de propagación" del ajuste de la construcción al resto de la economía, al tiempo que consideró que se trata de un asunto "crucial" desde el punto de vista económico y de estabilidad financiera para hacer frente a este periodo.
En este sentido, tachó de "esencial" la tarea de luchar contra el desempleo puesto que, a su parecer, es "preocupante" la rapidez e intensidad del mismo. Además, insistió en que el comportamiento de los costes salariales y los altos márgenes en ciertas actividades tiende a hacer "más persistente" el episodio inflacionista.
En concreto, el máximo representante del Banco de España aseguró que la activación de las cláusulas de salvaguarda está trasladando a los salarios la desviación del IPC del año pasado, circunstancia que, según Fernández Ordóñez, volverá a ocurrir en 2009 y podrá desencadenar efectos de segunda ronda, algo que, unido al incremento de los márgenes empresariales, podría aumentar las dificultades económicas.
De cara al futuro, apostó por acometer reformas estructurales que flexibilicen la economía, liberalicen determinados sectores y mercados e incrementen la competencia. En concreto, consideró "urgente" y prioritario conseguir una reducción más suave del empleo en etapas de desaceleración cíclica explorando vías que faciliten la respuesta de los salarios a los cambios del entorno.
Asimismo, resaltó la importancia de mejorar la regulación del alquiler para hacerlo "algo más flexible y rentable", introducir más competencia en servicios, mejorar la regulación de las industrias de red, sobre todo del sector de la energía para favorecer la competencia y la eficiencia energética.
A pesar de todo, expresó su confianza en la economía española para aprovechar estos resortes para superar los retos y las dificultades a las que se enfrenta y seguir avanzando a medio plazo en el recorte de las diferencias de bienestar con los países más avanzados.
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