Esta reunión extraordinaria del Consejo fue convocada por Brasil después de una sugerencia formulada por el ministro de Exteriores de Argentina, Jorge Taiana, a fin de discutir las medidas adoptadas en los países del bloque para afrontar la crisis internacional y eventualmente considerar respuestas concertadas.
La reunión fue antecedida por un 'diálogo informal' entre los ministros de Hacienda y presidentes de los Bancos Centrales de los cuatro miembros plenos del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) quienes hicieron una explicación de las medidas aplicadas en sus respectivos países.
A las deliberaciones asisten también representantes de Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, países asociados al Mercosur y Venezuela, que está en proceso de adhesión plena.
El ministerio de Exteriores brasileño informó de que el objetivo de la reunión es "debatir la coyuntura económica mundial y posibles acciones que permitan prevenir y minimizar impactos de la crisis financiera en la región".
Los participantes también examinarían "alternativas para el acompañamiento de la situación y el intercambio de informaciones sobre iniciativas" tomadas sobre la crisis.
Los países sudamericanos llegan a esta reunión, sin embargo, sin esperar grandes decisiones o medidas a ser definidas y anunciadas. "No tenemos la ilusión de que vamos a resolver todos los problemas.
Esta reunión será un intercambio de experiencias y para discutir cómo hacer que las acciones en el futuro se puedan adoptar de forma coordinada y transparente", dijo el ministro de Exteriores brasileño, Celso Amorim, en la víspera.
Agregó que el objetivo central del encuentro es encontrar caminos para "evitar que el patrimonio de la integración se pierda por una reacción a problemas que vienen de otros lugares".
En este sentido, un diplomático brasileño dijo que "es importante analizar el impacto de la crisis en el comercio, pero es una cuestión que se refiere más exclusivamente a los países del Mercosur".
Por su parte, el ministro uruguayo de Economía, Álvaro García, apuntó antes de embarcar hacia Brasilia que "hablar de unión, es difícil porque los países tienen cada uno sus características propias y sus políticas económicas diferenciadas".
La reunión se produce en momentos en que Argentina considera tomar medidas aduaneras para evitar una invasión de productos importados en su mercado. La posición argentina interesa especialmente a Brasil, que entre enero y septiembre acumula un superávit comercial de 11.000 millones de dólares con su vecino.
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