sábado, 25 de octubre de 2008

El desembarco de la recesión en Europa ya no deja dudas

BRUSELAS.- La transformación de la crisis financiera en recesión económica en la zona euro ya no deja más dudas y debería llevar al Banco Central Europeo (BCE) a bajar rápidamente sus tasas de interés para intentar quebrar este círculo depresivo.

En medio de otra jornada negra para las plazas bursátiles el viernes, la última mala noticia era que la actividad del sector privado retrocedió a un ritmo récord en la zona euro, mucho más allá de las estimaciones más pesimistas.

En efecto, el índice PMI compuesto de la actividad de los sectores manufactureros y de servicios de la Eurozona alcanzó en octubre su nivel más bajo desde la creación del indicador en 1998.

"La crisis financiera se transformó rápidamente en crisis económica", resumió Chris Williamson, economista en jefe de la compañía Markit, encargada de la confección de ese índice.

El Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro ya había caído un 0,2% en el segundo trimestre.

La llegada de la recesión, definida técnicamente por dos trimestres consecutivos de retroceso del PIB, debería ser oficialmente confirmada oficialmente el 14 de noviembre cuando el instituto europeo de estadísticas Eurostat publique las cifras para el tercer trimestre de 2008.

Pero para el economista Howard Archer, del gabinete Global Insight, "la cuestión ya no es saber si la zona euro va a entrar en recesión, sino la intensidad y la duración de la misma".

Esta recesión podría ser más grave de lo pensado a pesar de la caída del euro, ya que las exportaciones se hunden a raíz de la desaceleración económica mundial, desde Estados Unidos hasta los países emergentes.

El primer socio comercial de la Eurozona, el Reino Unido, anunció el viernes una contracción de su PIB en el tercer trimestre (-0,5%) por primera vez en 16 años.

Esta caída de la actividad se manifiesta a diario con planes de desempleo temporal por razones técnicas o directamente con la supresión de empleos.

Los gigantes franceses del automóvil, PSA Peugeot-Citroen y Renault, anunciaron un prolongado cese de su producción, una medida que también tomó el líder mundial de la siderurgia ArcelorMittal.

"Estamos en un período en el que, sin duda, los mercados se están hundiendo y para evitar una brutal degradación de la situación de la compañía, debemos manejar los 'stocks' de producción de una forma muy rígida", resumió un portavoz de Renault.

En este contexto, los índices de desempleo vuelven a subir. En España, el 11,3% registrado en el tercer trimestre es el procentaje más alto desde 2004.

Para apoyar a las empresas, los Gobiernos se plantean diversas medidas de ayuda, aunque su impacto no se manifestará de inmediato.

Por ello, muchos confían en una bajada rápida de las tasas de interés por parte del BCE.

La institución monetaria con sede en Francfort ya recortó medio punto su principal tasa el pasado 8 de octubre para situarla en un 3,75%, en el marco de una acción concertada con los grandes bancos centrales mundiales.

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