jueves, 30 de octubre de 2008

El Gobierno británico habilita una línea de préstamo de 5.100 millones para ayudar a las pymes

LONDRES.- El Gobierno británico ha habilitado una línea de préstamo de 4.000 millones de libras (unos 5.100 millones de euros) financiada por el Banco Europeo de Inversión y canalizada a través de las entidades financieras para garantizar que las pequeñas y medianas empresas superan el impacto de la crisis que asola a las economías de todo el planeta y que amenaza su supervivencia debido al bloqueo del sector de crédito.

El ministro de Hacienda, Alistair Darling, y el titular de Negocios, Peter Mandelson, presentaron hoy tras una reunión con el departamento de préstamo de la Unión Europea las acciones promovidas para proteger lo que Darling denominó como el "alma de los negocios" en Reino Unido y apoyar a los usuarios "en tiempos turbulentos como los actuales".

Ante el temor de que un número importante de pymes vean su futuro abocado a la quiebra debido a la crisis crediticia y la consecuente reticencia de los bancos a prestar, el Gobierno de Gordon Brown ha apostado por completar el plan de rescate de las entidades con medidas específicas para los negocios de pequeño y mediano tamaño que permitan "restablecer la confianza" y superar el actual colapso.

Para ello, empleará el dinero de Bruselas, que en primera instancia será prestado a los bancos para que éstos, a su vez, lo cedan a los usuarios y permitan dar la cobertura necesaria. Así, para los próximos tres años, los negocios de pequeño y mediano tamaño de Reino Unido contarán con 5.100 millones de euros adicionales que, a juicio del ministro de Hacienda, serán "cruciales para su supervivencia". "Nuestra economía necesita que estén fuertes y reforzarlos necesitará nuestra ayuda", asumió.

Para lograrlo, demandó a los bancos que "aprovechen la oportunidad" de implicarse con el plan, que aspira a que las compañías dediquen el dinero para proyectos que den como resultado la creación de empleo, la provisión de capital de trabajo o la cobertura de proyectos específicos: "Es importante que los bancos se impliquen para que los pequeños y medianos negocios salgan de esto, en las malas épocas necesitan ayuda".

Por su parte, Peter Mandelson aludió a la necesidad urgente de las pymes de acceder a préstamos y añadió que tanto él como su colega de gabinete sitúan a las empresas de pequeño y mediano tamaño "en el primer lugar de la agenda" en su "compromiso profundo para hacer todo lo que se pueda para superar esta crisis".

En este sentido, puntualizó que las partidas habilitadas no promueven el "préstamo irresponsable", sino que pretenden garantizar que el dinero circula y, para ello, apeló a una colaboración "sostenida" entre los bancos y los negocios para "devolver la confianza a los mercados".

Una aspiración con la que coincidió Alistair Darling, quien asumió que aunque no todas las empresas podrán recibir fondos, resulta "esencial" contar con una base de liquidez que garantice que la situación vuelve, al menos, a los niveles que presentaba antes de la crisis crediticia.

"Si hay un buen negocio y las perspectivas son buenas, el panel de dinero será el mismo que era en 2007", resumió, en el sentido de que, si bien no puede "garantizar que todo el que vaya a la puerta del banco conseguirá lo que quiere, el montante de fondos será el mismo".

Además, el ministro de Hacienda aprovechó las numerosas intervenciones que protagonizó hoy en los medios de comunicación a raíz de la presentación del plan para lanzar un mensaje al Banco de Inglaterra (BoE) en torno a la necesidad de recortar intereses.

El Comité de Política Monetaria decidirá al respecto el próximo 6 de noviembre, tras sumarse a la estrategia coordinada de los grandes bancos que acometieron una disminución global el 8 de octubre.

Después de que la Reserva Federal de Estados Unidos acordase ayer una rebaja inédita en años, hasta el 1 por ciento, Alistair Darling reconoció que el BoE es independiente --"no voy a decirle qué tiene que hacer, porque independencia signifca eso, tanto en los malos como en los buenos tiempos", declaró--, pero añadió que "el gobernador --del BoE-- es muy consciente de la necesidad de hacer todo lo que pueda para apoyar una economía más amplia".

"El banco es correctamente independiente y ni yo ni mi predecesor, Gordon Brown, le van a decir nunca qué hacer, su alcance es suficiente como para habilitarlo a atajar, primero, la inflación, y la inflación bajará pronto, pero también a apoyar al Gobierno en sus objetivos económicos más amplios", declaró, en referencia a las medidas adoptadas para reaccionar ante la recesión a la que Reino Unido se enfrenta de manera inminete.

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