jueves, 2 de octubre de 2008

El gobierno de Chávez habla de austeridad fiscal por primera vez en diez años

CARACAS.- Tras la fuerte expansión del gasto público en Venezuela, impulsada por el boom petrolero, el gobierno del presidente Hugo Chávez habla de austeridad por primera vez en casi diez años, temiendo que la actual crisis financiera reduzca los precios del crudo, según analistas.

Aunque Chávez insiste en que Venezuela está preparada para resistir "el terremoto" financiero global, su vicepresidente, Ramón Carrizález, sorprendió hace un par de semanas al anunciar que la "austeridad" será el criterio fundamental para la elaboración del presupuesto de 2009.

"El gobierno sabe que el año entrante será complicado, con un mundo que pudiera entrar en recesión vista la difícil situación de Estados Unidos, lo cual podría afectar los precios del petróleo", dijo Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica.

Crítico acérrimo de las "recetas neoliberales" que aconsejan vigilar el gasto público, Chávez ha aprovechado la bonanza petrolera para promover un programa económico de corte socialista que estimula el crecimiento a través de la expansión presupuestaria y la intervención directa del Estado en la economía.

Pero ahora, en un giro inesperado, el mandatario fustiga el derroche, habla de ahorro y pide reducir el tamaño de la nómina de trabajadores del Estado que casi se ha duplicado desde que asumió el poder, en 1999, hasta alcanzar dos millones de personas en junio, según cifras oficiales.

El economista y ex directivo del Banco Central venezolano (BCV) Domingo Maza Zavala saluda positivamente la intención de austeridad del gobierno, porque "Venezuela está en la ruta del huracán financiero y económico actual, dada la dependencia casi absoluta que tiene del petróleo".

Las ventas de hidrocarburos venezolanos, cuyo principal destino es Estados Unidos, con una media 1,2 millones de barriles diarios, representan casi el 50% de los ingresos y más del 90% de las divisas que recibe el país latinoamericano.

Maza Zavala explicó que con cotizaciones del crudo venezolano por debajo de los 90 dólares "la economía no podría sostenerse".

"A 90 dólares, con el volumen de exportaciones actuales de unos 700 millones de barriles al año, serían 63.000 millones de dólares, que no es suficiente para completar los pagos anuales al exterior", explicó, recordando que las importaciones representan 50.000 millones de dólares y el pago de deuda otros 10.000 millones.

Ante este panorama, el ministro de Planificación, Haiman El Troudi, ha anunciado revisiones en la plantilla de trabajadores, los contratos de servicios, la compra de bienes y el consumo de energía por parte del Estado.

En sus últimas alocuciones, Chávez ha criticado el "cobro excesivo" de horas extras de los funcionarios o el derroche de electricidad".

Además, también ha pedido reducir los gastos "superfluos en publicidad y celebraciones oficiales" e instó a racionalizar el consumo de gasolina, que gracias al subsidio gubernamental se vende a un irrisorio precio de 0,046 dólar el litro.

Pero Maza Zavala considera que no será sencillo recortar el gasto público sin mermar el crecimiento económico o aumentar la conflictividad social.

"No es fácil despedir a más de un millón de personas de la noche a la mañana", ni reajustar los pagos al exterior, "porque dependemos vitalmente de las importaciones de alimentos, medicamentos, bienes de producción y tecnologías", apuntó el ex directivo del BCV.

"Más que decir que el gasto ahora va a ser menor, el gobierno debería tener como reto fundamental mejorar la eficiencia", reflexionó Oliveros.

Maza Zavala estimó concretamente que es imperativo reajustar en el corto plazo "las importaciones a 40.000 millones de dólares, eliminar las donaciones a países hermanos, compras de armas y los proyectos extravagantes".

Desde 2005, Venezuela ha destinado 4.400 millones de dólares para adquirir armas en Rusia.

Además, según cifras de la organización local Centro de Investigaciones Económicas (Cieca), desde 2004 el gobierno ha gastado unos 33.000 millones de dólares en proyectos y donaciones a Cuba, Bolivia, Nicaragua, Haití, Honduras y Dominica a través de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).

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