El Gobierno español recalca que el uso de la nuclear sólo será posible con "altos estándares de seguridad"

PARÍS.- El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, resaltó hoy en París que "sea cual sea el futuro de la energía nuclear en España", el Gobierno está decidido a garantizar que el uso de esa energía sea posible "sólo con altos estándares de seguridad y los más altos niveles de protección para nuestra población y nuestro medioambiente".

Sebastián, que participó en la conferencia con motivo del 50 Aniversario de la Agencia de la Energía Nuclear celebrada en la OCDE, incidió en que el compromiso del Gobierno es que "siempre que se cumplan las condiciones de seguridad", lo cual requiere las necesarias inversiones y el informe preceptivo del Consejo de Seguridad Nuclear, se agotará la vida útil de las centrales.

En cualquier caso descartó la construcción de nuevas instalaciones nucleares. "Eso está descartado claramente por el presidente del Gobierno y también estaba claro en el programa electoral, lo cual no quiere decir necesariamente que se cierren", dijo en declaraciones a la prensa.

"Una cosa es construir nuevas y otra es cerrar las que tenemos, que es una cuestión que se irá decidiendo a lo largo del tiempo y la primera es en 2009 con Garoña", una decisión que, según el ministro, todavía no está tomada.

Mientras, durante su intervención en la conferencia, el ministro puso de relieve que la nuclear ha sido una importante fuente de suministro energético en España desde principios de los años 80 pero que, con una demanda energética en aumento y sin planes de construcción de nuevas centrales, el porcentaje de la nuclear en el total de producción eléctrica se ha estabilizado. Así, según cifras de 2007, los 8 reactores operativos actualmente proporcionan sólo el 18% del total de la producción de electricidad en España.

Por otro lado, Sebastián recordó que el Gobierno aprobará a finales de año la denominada Prospectiva energética 2030 con el objetivo de analizar la posible evolución de la demanda y definir la política energética a largo plazo.

Una política que, apuntó, tiene tres objetivos: el primero garantizar el suministro, el segundo lograr un desarrollo sostenible y en tercer lugar la protección medioambiental. Todo ello cumpliendo los objetivos europeos de emisiones en 2020, en energías renovables y en materia de ahorro energético.

Finalmente, aclaró que el hecho de que España no apueste por lo nuclear no quiere decir que se aleje de un club "tan impotante" como la Agencia de la Energía Nuclear que cumple, a su juicio, una labor "fundamental" y que el Gobierno seguirá apoyando porque este tipo de energía seguirá teniendo un peso, "aunque decreciente", en la generación eléctrica en España.