Aunque el programa de ayudas no excluye expresamente a los fabricantes extranjeros, el presidente de la filial estadounidense de Volkswagen, Stefan Jacoby, considera que la medida está destinada exclusivamente a los tres grandes fabricantes norteamericanos: General Motors, Ford y Chrysler, informa el diario 'Financial Times'.
Los créditos están destinados a la modernización de sus plantas para la producción de vehículos más limpios y eficientes. No obstante, los préstamos sólo están disponibles para factorías de más de 20 años de antigüedad, lo que excluye la mayor parte de las instalaciones de constructores europeos y asiáticos.
Los fabricantes europeos intentan constituir un grupo de presión y, según Jacoby, cuentan con el apoyo de estados como Tennessee o Virginia, donde Volkswagen tiene presencia. El objetivo es tener acceso a los créditos, de la misma forma que bancos asiáticos y europeos podrán beneficiarse del plan de rescate para el sector financiero.
Por su parte, el presidente de Daimler, Dieter Zetsche, opinó que si existe una inversión general en investigación y desarrollo para promover tecnologías 'verdes', las ayudas no deberían limitarse a algunos fabricantes.
En tanto, el presidente de Renault y Nissan, Carlos Ghosn, instó a la Unión Europea a adoptar un paquete de ayudas para la industria automovilística del Viejo Continente similar al aprobado en Estados Unidos. "¿Por qué solo en Estados Unidos?", se preguntó.
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