domingo, 12 de octubre de 2008

FMI y Banco Mundial concluyen sus sesiones y abren incertidumbre

WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial concluirán el lunes sus sesiones de gobernadores, pero en realidad abrirán un nuevo periodo de incertidumbre sobre el futuro de la crisis y su propia institucionalidad, tras haber sido fustigados recientemente por su falta de protagonismo.

Las críticas provinieron de algunos ministros de finanzas que se reunieron en Washington durante el fin de semana. No acordaron acciones coordinadas ni concretas sobre qué hacer para evitar la parálisis del crecimiento económico global.

Aquí hubo reuniones de grupos de países ricos, de estos con los menos ricos y de pobres.

Sólo el G-20, conformado por las mayores economías del mundo _ entre ellas Argentina, Brasil y México, en Latinoamérica _ acordó bajo la presidencia del ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, una reunión inmediata de seguimiento.

El encuentro será el 8 y 9 de noviembre en Sao Paulo para un "mayor examen" de los temas abordados en Washington y otros que pudieran incluirse en la agenda.

El FMI y el Banco Mundial, fundados hace más de 60 años como vigías del sistema financiero internacional, habían sido ya criticadas en el pasado, pero como nunca antes algunos de sus miembros les pidieron esta vez, particularmente al FMI, que se graben la idea de no mirar nunca más a las naciones ricas para señalarlas como el ejemplo a seguir.

Dominique Strauss-Kahn, quien el 1 de noviembre cumplirá un año al frente del Fondo, ha admitido el fracaso de la institución para proyectar la gravedad de la crisis que se avecinaba, pese a que la economía estadounidense empezó a mostrar indicios de inestabilidad desde hace más de un año.

Pero, en una sesión del Comité Monetario y Financiero Internacional _ el panel que fija las políticas de la institución _ dio a entender que no será fácil debilitar a la institución y menos aún hacerla a un lado en las finanzas internacionales.

El economista francés dijo que el papel de la institución "seguirá siendo central" para ayudar a sus miembros a enfrentar el reto del momento actual, debido a su "experiencia en el manejo de crisis y su profundo conocimiento de los países".

Augusto de la Torre, economista en jefe para América Latina del Banco Mundial, sostuvo que cuando concluya la crisis, en un futuro imprevisible, habrá otro orden financiero internacional.

Bajo esa nueva realidad, comentó, ya no existirían los bancos de inversión _ como Lehman Brothers, Merril Lynch y Bear Sterns, que profundizaron la actual crisis _ y se verá un mayor protagonismo de las economías emergentes, como Brasil, México, China e India, que son actualmente el sostén del desarrollo global.

Mantega fue aún más crítico. En un discurso ante el mismo comité, dio a entender que el FMI debería buscar un asilo de reposo, como una de las más grandes víctimas institucionales de la tormenta.

En la era post-crisis, dijo, el FMI deberá sugerir políticas para el fortalecimiento económico sin el tinte de su actual prejuicio de mirar en las naciones ricas el "modelo a seguir".

El secretario del Tesoro, Henry Paulson, aunque le pidió al Fondo que se abstuviera de implementar nuevas formas "creativas" para generar empréstitos que le permitan vivir de los intereses, aclaró que la institución deberá, sin embargo, seguir siendo una "fuerza motriz para el multilateralismo económico".

Esa clase de institución en el futuro inmediato es parte del "interés firme de Estados Unidos", declaró.

Desplazar o debilitar el papel del FMI, donde Estados Unidos y otras naciones ricas tienen el máximo poder de voto entre sus 185 miembros, no será nada fácil.

La búsqueda iniciada hace años por Brasil y otras economías emergentes poderosas, como India y México, para dar a los pobres más espacio en la institución ha tenido avances discretos.

En la actual sesión de gobernadores, la segunda y última que regularmente celebran el FMI y Banco Mundial, Strauss-Kahn ha presentado un plan 2008-2011.

En ese periodo, según Strauss-Kahn, el FMI deberá resolver la estabilidad y minimizar el impacto adverso de la actual crisis en la economía real; fortalecer el sistema financiero global mediante el mejoramiento de regulaciones nacionales e internacionales; ajustar los drásticos cambios en los precios de las materias primas; y promover la reducción ordenada de los desequilibrios globales.

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