Gómez-Navarro intervino en un coloquio organizado con motivo de las jornadas 'El futuro de la energía', que se celebran en la Cámara de Comercio de Cantabria con el patrocinio del Banco Santander. Más de 150 personas, entre empresarios, presidentes y directivos de Cámaras, ponentes de las jornadas y autoridades asistieron a este encuentro.
Gómez-Navarro se mostró convencido de que las empresas españolas aprovecharán la crisis para salir al exterior, como "tradicionalmente han hecho con éxito en crisis anteriores", pero alertó al Gobierno y al resto de las administraciones públicas del preocupante riesgo de deterioro del tejido empresarial y productivo si no se acometen, con celeridad, medidas concretas encaminadas a facilitar la mejora de la competitividad de las empresas para que puedan seguir invirtiendo y creando empleo.
Medidas --dijo-- que afectan al sistema fiscal, al mercado laboral, a la gestión del agua y la energía, los trámites administrativos, las infraestructuras, la I+D+i, la gestión de los servicios públicos, la lentitud del sistema judicial y la internacionalización de las empresas, entre otros factores.
Con respecto a las medidas del Gobierno para inyectar liquidez al sistema financiero, dijo que "van por buen camino" porque el dinero que van a recibir los bancos ayudará a las empresas.
Gómez-Navarro defendió un cambio en el modelo de protección social, un debate que ya está abierto en otros países europeos como Francia, y abogó por una Seguridad Social financiada con el IVA, impuestos indirectos y sobre el consumo, más que con cuotas al trabajo.
Respecto al mercado laboral, el presidente de las Cámaras se quejó de su falta de flexibilidad y, aunque reconoció que "el Gobierno no va a afrontar su reforma", se mostró partidario de abordar cuestiones como el "dramático" nivel de absentismo laboral, que no requieren un cambio de legislación. "Como socialista, estoy dispuesto a luchar por los derechos del trabajador, pero del que trabaja", insistió.
Para Gómez-Navarro, el país también tiene "problemas relevantes" en materia de agua y energía. Cuestionó "los bandazos e incoherencias en política energética", y abogó por cambiar la opinión pública respecto a la energía nuclear, "un tema que ningún partido político se atreve a tocar". Respecto al agua, abogó por plantear una política "racional" para su gestión.
También demandó una justicia "rápida y de sentencias previsibles" porque el sistema actual es "incompatible con la actividad empresarial".
El presidente de las Cámaras lamentó que España no hubiera conseguido crear una buena imagen como país para sus productos industriales y pidió un esfuerzo para potenciarla porque "se ha hecho poco y mal".
Para combatir la burocracia administrativa, mencionó el plan cameral para la identificación de trámites administrativos, con el que se pretende transmitir a las administraciones públicas propuestas para reducir los costes burocráticos que tienen que soportar las empresas en su actividad cotidiana.
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