MURCIA.- Los productos de alimentación de gamas más altas, como los ibéricos o mariscos, y los artículos tecnológicos de última generación son los que primero se han caído del carro de la compra en España, según el periódico"La Opinión".
El encarecimiento de las hipotecas, de la cesta de la compra, de los recibos domésticos, de los carburantes..., son realidades que junto al panorama de incertidumbre económica están mermando día a día la confianza de los consumidores. Entre unos gastos y otros, los márgenes de maniobra del bolsillo se van estrechando y, a estas alturas, la caída del consumo es un hecho más que constatado.
Las compras racionales, basadas en una necesidad real y consciente, están tomando el relevo de las compras por impulso, variando en definitiva los hábitos de consumo. En épocas de crisis, como la actual, reflexionar antes de comprar se convierte en la regla número uno del consumidor si se quiere llegar sin problemas a fin de mes, como destaca Pedro Valera, presidente de la Unión de Consumidores en Murcia.
"Hace falta un cambio de mentalidad hacia un consumo más racional y responsable. La economía ya nos ha dado un aviso: No podemos seguir gastando como nuevos ricos. Es así como deberíamos funcionar siempre, pero ahora, en tiempos de crisis, estamos obligados. Yo creo que todos sabemos cómo ajustar nuestros gastos, lo más difícil es salir del sobreendeudamiento en el que nos hemos metido en la etapa anterior", añade.
Dentro de este consumo responsable, adoptado a la fuerza ante la situación actual, determinados alimentos de gama más alta, como los ibéricos o el marisco, los artículos tecnológicos de última generación y los vinculados con el hogar y la decoración son los que primero se están cayendo, en líneas generales, de las listas de la compra de los españoles a la espera de tiempos mejores.
Mientras los alimentos de primera necesidad se mantienen -por mucho o poco que se encarezcan- intactos en la cesta de la compra, los productos de gamas más altas son los que más están notando este cambio de hábitos inducido por la tan mentada crisis económica. Así, el pollo y el cerdo concentran las ventas a costa de la ternera, que "se vende cada vez menos", afirma una comerciante, quien añade que "el solomillo ha quedado ya prácticamente relegado a los restaurantes".
Lo mismo ocurre con los ibéricos, cuya demanda también ha caído en picado, según constata la misma vendedora. "Se está notando muchísimo. A nivel general, se está vendiendo lo justo, pero los productos de gama alta, jamones y lomos ibéricos, se están llevando la peor parte". Las ventas de pescado también han descendido, aunque es el marisco el más afectado. "Antes lo vendíamos por kilos, ahora mucha gente lo pide por unidades", aseguran en una pescadería.
Mientras que la demanda de los productos de gama alta ha descendido, aumenta el de las marcas propias en los supermercados, según confirman en el departamento de comunicación de Carrefour, donde añaden que se trata de una tendencia de los últimos años que ahora está cogiendo más fuerza. Tendencia que coincide, además, con que las grandes superficies ofrecen cada vez más variedad de productos de marca propia.
Mientras que hay gastos que se escapan del control de la mayoría (hipoteca, carburantes...), otros muchos, como el de la cesta de la compra, "requieren un reajuste", sostiene Pedro Valera, de UCE Murcia, para quien es imprescindible que los consumidores elaboren un presupuesto familiar para saber cuánto dinero pueden gastar.
Recuerda, además, que hay que comparar precios, ya que según los estudios de la UCE la diferencia entre distintos supermercados puede ser de hasta el 40%.
El encarecimiento de las hipotecas, de la cesta de la compra, de los recibos domésticos, de los carburantes..., son realidades que junto al panorama de incertidumbre económica están mermando día a día la confianza de los consumidores. Entre unos gastos y otros, los márgenes de maniobra del bolsillo se van estrechando y, a estas alturas, la caída del consumo es un hecho más que constatado.
Las compras racionales, basadas en una necesidad real y consciente, están tomando el relevo de las compras por impulso, variando en definitiva los hábitos de consumo. En épocas de crisis, como la actual, reflexionar antes de comprar se convierte en la regla número uno del consumidor si se quiere llegar sin problemas a fin de mes, como destaca Pedro Valera, presidente de la Unión de Consumidores en Murcia.
"Hace falta un cambio de mentalidad hacia un consumo más racional y responsable. La economía ya nos ha dado un aviso: No podemos seguir gastando como nuevos ricos. Es así como deberíamos funcionar siempre, pero ahora, en tiempos de crisis, estamos obligados. Yo creo que todos sabemos cómo ajustar nuestros gastos, lo más difícil es salir del sobreendeudamiento en el que nos hemos metido en la etapa anterior", añade.
Dentro de este consumo responsable, adoptado a la fuerza ante la situación actual, determinados alimentos de gama más alta, como los ibéricos o el marisco, los artículos tecnológicos de última generación y los vinculados con el hogar y la decoración son los que primero se están cayendo, en líneas generales, de las listas de la compra de los españoles a la espera de tiempos mejores.
Mientras los alimentos de primera necesidad se mantienen -por mucho o poco que se encarezcan- intactos en la cesta de la compra, los productos de gamas más altas son los que más están notando este cambio de hábitos inducido por la tan mentada crisis económica. Así, el pollo y el cerdo concentran las ventas a costa de la ternera, que "se vende cada vez menos", afirma una comerciante, quien añade que "el solomillo ha quedado ya prácticamente relegado a los restaurantes".
Lo mismo ocurre con los ibéricos, cuya demanda también ha caído en picado, según constata la misma vendedora. "Se está notando muchísimo. A nivel general, se está vendiendo lo justo, pero los productos de gama alta, jamones y lomos ibéricos, se están llevando la peor parte". Las ventas de pescado también han descendido, aunque es el marisco el más afectado. "Antes lo vendíamos por kilos, ahora mucha gente lo pide por unidades", aseguran en una pescadería.
Mientras que la demanda de los productos de gama alta ha descendido, aumenta el de las marcas propias en los supermercados, según confirman en el departamento de comunicación de Carrefour, donde añaden que se trata de una tendencia de los últimos años que ahora está cogiendo más fuerza. Tendencia que coincide, además, con que las grandes superficies ofrecen cada vez más variedad de productos de marca propia.
Mientras que hay gastos que se escapan del control de la mayoría (hipoteca, carburantes...), otros muchos, como el de la cesta de la compra, "requieren un reajuste", sostiene Pedro Valera, de UCE Murcia, para quien es imprescindible que los consumidores elaboren un presupuesto familiar para saber cuánto dinero pueden gastar.
Recuerda, además, que hay que comparar precios, ya que según los estudios de la UCE la diferencia entre distintos supermercados puede ser de hasta el 40%.
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