La inyección de 10.000 millones de euros anunciada este fin de semana por el Gobierno holandés para comprar acciones y reforzar la solvencia de la entidad, que tiene 1,7 millones de clientes en España, ha devuelto la confianza en el banco.
Y entre tanto ING ha decidido caja y vender su negocio de seguros en Taiwan. La entidad holandesa ha anunciado que ha vendido su negocio de seguros en este país al grupo Fubon Financial Holding por un importe equivalente a 600 millones de dólares (447 millones de euros).
La venta se pagará mediante títulos y deuda subordinada de Fubon Financial, con lo que al finalizar la transacción, ING mantendrá una participación del 5% en el grupo Fubon Financial. Esta es la tercera mayor compañía de servicios financieros en Taiwán, y tras esta compra, será el segundo mayor actor en el mercado de seguros de su país.
"Estamos en una gran tormenta financiera, y la tormenta se ha ido creando en las últimas semanas. Queríamos asegurarnos de que teníamos un amortiguador, un amortiguador lo suficientemente grande para atravesar la tormenta", dijo el director financiero de ING, John Hele, a CNBC.
Pero la inertidumbre no sólo ha afectado en las últimas horas a ING.
En Francia, los rumores sobre un aumento de capital están provocando la caída en Bolsa de los títulos del segundo banco francés, Société Générale, que llegó hoy a perder cerca de un 12% en un mercado bien orientado.
La entidad ya se vio obligada a desmentir una inminente ampliación de capital el pasado 13 de octubre calificando de "maliciosos" los rumores y anunciando que pediría una investigación a la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF).
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