La entidad logró mitigar ligeramente su descenso durante algunos momentos de la sesión, pero finalmente sucumbió al pánico de los inversores, que, pese al intento de la compañía por sembrar la calma, se dejaron llevar por la fiebre vendedora.
Las acciones del grupo holandés de servicios financieros ING se desplomaban casi un 20 por ciento el viernes, presionadas por informaciones aparecidas en prensa sobre la posición de capital de la compañía, según administradores de fondos.
A las 15,26 GMT, las acciones de ING se hundían un 19,8 por ciento, a 8,11 euros tras haber llegado a tocar un mínimo de 13 años en 7,56 euros.
"Hubo un momento de pánico y luego se volvió una casa de locos", dijo Marcel van der Schaaf, administrador de activos de Harmony Vermogensbeheer.
Los costes de protección de créditos para ING Bank aumentaron por temores a que el banco necesitara más capital, indicaron los operadores.
Expertos consultados destacaron que el mercado ha dado credibilidad al rumor porque otras entidades europeas han tenido que ser rescatadas, y el Gobierno holandés se vio forzado a adquirir los activos de Fortis Bank Nederland, en los que se incluía la participación del banco belga-holandés en RFS Holdings.
Asimismo, explicaron que las especulaciones sobre una importante salida de capital de los depósitos, ha hecho temer a los inversores problemas de solvencia en el banco holandés.
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