miércoles, 15 de octubre de 2008

Islandia lucha en todos los frentes para salvarse de la quiebra

REYKIAVIK.- Al borde del abismo, Islandia busca ayuda en todos los frentes, desde Rusia al Fondo Monetario Internacional (FMI), pasando por un recorte de 3,5 puntos porcentuales de su principal tasa de interés, para encontrar la liquidez que le evite la bancarrota.

La semana pasada, Islandia nacionalizó sus tres principales bancos, faltos de liquidez, renunció a un tipo de cambio fijo entre la devaluada corona islandesa y el euro, y suspendió las cotizaciones en la Bolsa de Reikiavik durante tres días. El primer ministro islandés, Geir Haarde, agitó el espectro de la quiebra, aunque luego se desdijo.

La crisis financiera es especialmente grave en este país nórdico, cuyo sistema financiero representaba de nueve a diez veces el Producto Interior Bruto (PIB).

En un intento por conseguir liquidez, una delegación islandesa participa desde el martes en Moscú en unas negociaciones que podrían concluir con un préstamo ruso de 4.000 millones de euros, según Reikiavik.

"Las negociaciones concluirán en principio este (miércoles) por la tarde", declaró Urdur Gunnarsdottir, portavoz del gobierno islandés. "La delegación observa un silencio total", respondió la portavoz, interrogada sobre los avances realizados en las discusiones.

En cuanto a las posibles consecuencias políticas de un acuerdo entre Islandia, miembro de la OTAN pero no de la UE, con Rusia, Haarde respondió: "no veo qué provecho político particular podrían atribuirle los rusos".

En otro esfuerzo por evitar la bancarrota en plena crisis financiera mundial, el Banco Central de Islandia (Sedlabanki) anunció este miércoles que recortaba su principal tasa directriz en 3,5 puntos, al 12%.

Los islandeses también miran del otro lado del Atlántico, a Washington, donde se plantean solicitar una ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI), toda una novedad para un país occidental desde 1976.

"Tenemos derecho a solicitar sus servicios como cualquiera, pero el gobierno aún no ha decidido si pedirá o no un préstamo, y por parte del FMI, no hay ninguna decisión sobre las condiciones", puntualizó Haarde.

Recurrir al FMI podría vivirse en Islandia como una humillación nacional, pero numerosos economistas consideran la opción como inevitable ante la gravedad de la situación.

En el último capítulo de la nacionalización de los tres grandes bancos del país, el regulador islandés de servicios financieros anunció este miércoles que los activos de Glitnir, muy devaluados por la crisis, serán oficialmente transferidos a un nuevo banco, bautizado como New Glitnir y completamente controlado por el Estado.

Las sucursales extranjeras de Glitnir no están concernidas por la operación, precisó la misma fuente.

Por otro lado, el Banco Central islandés anunció el martes haber efectuado un intercambio de divisas, por 400 millones de euros, con Dinamarca y Noruega.

La decisión, considerada como un recurso extremo, forma parte de un acuerdo cerrado en mayo entre el Banco Central de Islandia y sus homólogos de Noruega, Dinamarca y Suecia, que se comprometieron a poner 1.500 millones de euros a su disposición mediante un intercambio de divisas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario