"El crecimiento en los grandes países de la zona euro, Francia, Italia, Alemania, disminuirá y tendremos probablemente en 2009 un crecimiento para el conjunto de la zona euro inferior a 1%, lo que está lejos del potencial de crecimiento del 2% que deberemos recuperar lo más rápidamente posible", dijo.
Además, anunció que los países europeos del G-8 se reunirán este sábado 4 de octubre por la tarde en París para abordar la crisis financiera internacional y preparar la cumbre con el G-8 ampliado a los países emergentes, cita que el mandatario francés y presidente en ejercicio de la Unión Europea, Nicolas Sarkozy, quiere convocar antes de finales de año.
"Es evidente que el G7, los sospechosos habituales me atrevería a decir, no han resuelto por ellos mismos el conjunto de problemas y por eso hay que añadir otros actores, como Brasil, Arabia Saudí o China. Hay que preparar esa reunión entre los europeos para que se produzca en noviembre o finales del año", explicó.
Juncker se refirió igualmente a la situación del sistema bancario europeo después de la intervención de varios Gobiernos europeos para rescatar a entidades financieras con dificultades. En este sentido, destacó que la "confianza" parece haber vuelto a los mercados y que los Gobiernos demuestran que saben "concertarse" para evitar que el sistema bancario europeo entre en crisis.
"Estamos preparados para reaccionar y creo que ningún gobierno dejará quebrar ningún gran banco europeo porque tal quiebra desencadenaría una ola", agregó Juncker, que quiso dejar claro que "no hay amenaza" y que los europeos pueden "tener confianza en su sistema bancario".
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